Ya tenemos resolución del ‘caso Naby Keita’. El Werder Bremen, club al que llegó el guineano en verano procedente del Liverpool, le ha suspendido hasta final de temporada debido al suceso que tuvo lugar en las horas previas al partido ante el Bayer Leverkusen, que se proclamó campeón de Alemania por primera vez en su historia después de endosarle una ‘manita’ a los verdiblancos (5-0).

Según Clemens Fritz, director general del Werder Bremen, Keita se enteró «de que no jugaría desde el principio» en el BayArena y «decidió no subirse al autobús e irse a casa». El jugador, de 29 años, salió rápidamente al paso de dichas palabras asegurando que nunca ha tenido «ningún problema disciplinario y siempre he tratado de ser ejemplar. Por lo que no aceptaré que nadie manche mi imagen», señaló vía Instagram.

Un alegato que ha caído en saco roto, puesto que además de la suspensión, el Werder Bremen «le ha impuesto una cuantiosa multa» al centrocampista, que «ya no entrenará con el equipo ni formará parte del vestuario del primer equipo».

«El comportamiento de Naby no puede ser tolerado por nosotros como club. Con su acción dejó al equipo en una situación deportiva y personal tensa y se colocó por encima del equipo», ha insistido Fritz. Desde su regreso a Alemania, donde ya había militado entre 2016 y 2018, en el RB Leipzig, Keita solo ha disputado 106 minutos repartidos cinco partidos. Un bagaje muy pobre para un futbolista por el que el Liverpool pagó 60 millones de euros en 2018.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO