James Rodríguez (32) nació con el don de saber jugar a fútbol. Su zurda sabe hacer cosas que otros futbolistas por mucho que corran, trabajen y entrenen jamás harán. Hay talentos que son innatos, el suyo es un caso.

Su carrera deportiva ha tenido muchos picos, altos y bajos. Siempre han habido motivos externos que le han impedido sacar su mejor versión. Desde el frío hasta la cultura, razones por las que sufrió en Alemania y Catar. »En el Bayern no era feliz porque »en Alemania hace mucho frío, la gente es muy fría, aunque recibí un trato espectacular y me querían mucho, pero vivir allí no es nada fácil». En Catar el problema era con la cultura, puesto que »allá todo el mundo en grupo come con la mano. Ellos me compartían y yo decía: ‘No, gracias’. Preguntaba por los cubiertos y me decían: ‘No, con la mano’ y yo respondía: ‘Estás loco, no voy a comer con la mano».

Ahora juega en Sao Paulo, en el que no está teniendo demasiadas oportunidades, pues su rendimiento no está siendo muy destacado. Y tampoco acaba de estar cómodo: »Pensé que el fútbol era menos físico, pero aquí es muy físico. Los partidos se detienen mucho por las faltas, también se estrellan mucho. Pensé que era más técnico. Hay jugadores de mucha calidad, pero el juego es muy físico. Pero cuando juegas con un equipo que tiene calidad es mucho más fácil’.

Sin embargo, cada vez que se pone la camiseta de Colombia se transforma y saca su mejor versión, tal y como demostró en el triunfo (1-0) ante España. Mejora cada pelota que toca, se asocia con facilidad y acelera o pausa el juego a su antojo. Tiene ganas de jugar y se nota. La Copa América es su reto y ya viene demostrando desde hace tiempo que su selección es tras Brasil y Argentina favorita como la que más.

»Estos partidos sirven para todo lo que viene y nuestra meta es la Copa América. Yo creo que cuando vienes a la selección siempre has de hacer las cosas bien. Esperemos que pueda volver a jugar en LaLiga, que es una Liga en la que siempre quise jugar, lo hice, y me gustaría volverlo a hacer. Quién sabe», apuntó.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO