Gabriele Gravina, presidente de la Federación de Fútbol de Italia (FIGC), fue inscrito en el registro de la Fiscalía de Roma como sospechoso de haber cometido delitos de blanqueo de capitales y malversación de fondos, a partir de 2018, en la concesión de los derechos de televisión de la Lega Pro (Tercera División, categoría de la que era presidente), en una venta de libros antiguos y en la compra de un apartamento en Milán.
La investigación, según informaron los medios locales, controla la posible adjudicación fraudulenta por parte de Gravina, también vicepresidente de la UEFA, del concurso de 2018 para el canal televisivo de la Liga Pro (Serie C) a ‘Isg Ginko’, una venta de una colección (valorada en cerca de un millón de euros) de libros del siglo XVI, del que es experto, que nunca se cerró -y que le generó cerca de 300.000 euros solo con el recibo de una fianza- y la compra de un piso en Milán con ese dinero para la hija de uno de sus socios.
Gravina, que acudió en la tarde del miércoles a declarar de manera voluntaria a la Fiscalía de Roma para aclarar los rumores que empezó a publicar la prensa italiana, fue inscrito oficialmente por las autoridades en el registro de sospechosos justo antes de un interrogatorio que se alargó durante más de una hora, según las mencionadas fuentes.
Son tres operaciones que las autoridades investigan para esclarecer si están relacionadas en un solo flujo de dinero que habría dado lugar al blanqueo de capitales y a malversación de fondos.
La compra del piso en Milán es la prioridad de la investigación por cuestión de una posible competencia territorial que podría trasladar el expediente a la Fiscalía de Milán.
La investigación inició a instancias de la Dirección Nacional Antimafia en Perugia y está enmarcada en el conocido en Italia como caso ‘Dossieraggio’, que nace apenas hace unos días, cuando se conoció que un agente de policía habría obtenido datos sensibles de decenas de políticos y personajes famosos del país.
Pasquale Striano, un agente de la Guardia de Finanza (policía fiscal) que actualmente presta servicio en la Fiscalía Nacional Antimafia, efectuó durante meses al menos 800 accesos irregulares al banco de datos de la entidad italiana.
Entre sus búsquedas figuran numerosos miembros del actual Gobierno, como el ministro de Defensa, Guido Crosetto -de cuya denuncia partieron las pesquisas-, así como el ex primer ministro Matteo Renzi o la última novia de Silvio Berlusconi, Marta Fascina.
Por el momento no hay fijadas nuevos interrogatorios ni están previstos encuentros entre autoridades de Perugia y Roma para acelerar los procesos del caso.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO