Pasa casi en cada partido. Cristiano Ronaldo siendo objeto de mofa y escuchando lo que más le duele de parte de la afición rival: gritos de «¡Messi, Messi, Messi!». Y ayer no fue una excepción durante el encuentro de ida de los cuartos de final de la Champions asiática que el Al-Nassr disputó frente al Al Ain (1-0).

El portugués recogió un balón y trató de hacer un dribbling propio de Ronaldinho. La cosa le salió tan mal que acabó perdiendo la pelota y rozando el ridículo y escuchando por parte de la grada lo que más puede odiar: el habitual cántico de ‘¡Messi, Messi, Messi!’, su eterno rival.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO