La directiva del Bayern ha actuado, al menos de momento, con Thomas Tuchel de forma diferente a como lo hizo hace un año con Julian Nagelsmann, al que destituyó en marzo, en plena temporada, debido, entre otros motivos, a desavenencias del entrenador con jugadores como Manuel Neuer, Sven Ulreich, Serge Gnabry, Leroy Sané, Jamal Musiala y Sadio Mané. Tuchel aún sigue en su cargo, aunque este miércoles el Bayern haya anunciado su marcha a final de temporada, pese a que aparentemente el equipo ha tocado fondo después de 3 derrotas seguidas.

Cuando fue despedido, Nagelsmann tenía al Bayern en cuartos de final de la Champions (con pleno de triunfos pese a haberse medidos a rivales como Barcelona, Inter y PSG) y en Bundesliga el equipo muniqués era 2º, a un punto del Borussia Dortmund (al que, con Tuchel, acabó arrebatando el título en la última jornada). Y, cuando Nagelsmann fue destituido, el Bayern seguía adelante en la Copa germana.

El Bayern de Tuchel está en Bundesliga a 8 puntos del Bayer Leverkusen de Xabi Alonso, elminado en Copa y perdió la ida de octavos de la Champions contra el Lazio. Pero de momento, aunque se haya puesto de caducidad a su etapa en el banquillo muniqués, sigue ocupándolo.

Y algunos, sin duda los aficionados del Bayern más optimistas, se preguntan en qué situación estarían todos, directivos, jugadores y el cuerpo técnico encabezado por Tuchel, si al final este equipo se levantara y ganara, por difícil que ahora parezca, su séptima Champions (tras las de 1973-74, 1974-75, 1975-76, 2000-01, 2012-13 y 2019-20).

Para Tuchel sería la segunda Champions de su carrera: el ahora tan criticado técnico del Bayern hizo al Chelsea campeón de Europa por segunda vez en 2020-21, ganando en la final al Manchester City de Pep Guardiola (0-1). El 5 de marzo, la vuelta entre Bayern y Lazio.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO