«Es un soplo de aire fresco para mis ojos», ha afirmado el portero francés Hugo Lloris durante la presentación con su nuevo club, Los Angeles FC, un ambicioso equipo de la liga norteamericana de fútbol (MLS). La chaqueta, la camiseta, los pantalones cortos y las zapatillas deportivas, todo de negro, de Hugo Lloris, con la barba cuidada, fue presentado a la prensa en un salón del Hotel Intercontinental, rodeado por los rascacielos del ‘Downtonwn LA’ (el centro económico de la ciudad), entre tres nuevos compañeros.

Al llegar a finales de enero a Los Ángeles, el capitán de los Bleus, campeones del mundo en 2018, apreció el enorme cartel con su foto y una palabra «bienvenido» (en francés), imprescindible en la autopista al salir del aeropuerto LAX internacional, símbolo de la «calurosa bienvenida» que le estaba reservada. «Siempre pensé en venir un día u otro a la MLS. Estaba esperando el momento adecuado para mí», aseguró el portero.

A sus 37 años, Lloris aterriza en la MLS para lo que parece un último reto, tras una carrera de 19 años en Europa, incluidos los últimos doce en el Tottenham, del que se ha ido sin un trofeo, con una final de la Liga de Campeones perdida en 2019 contra el Liverpool. Pero el plusmarquista de la selección (145) fue el capitán indestructible de la selección de Francia, campeona del mundo en 2018 pero derrotada en la final de la edición de 2022 en Qatar por Argentina.

«Los Ángeles es una ciudad de estrellas, es parte de nuestro programa y nuestro modelo atraerlas», explicó el director técnico del LAFC, John Thorrington. «Es raro poder fichar a un capitán campeón del mundo, aprovechamos la oportunidad cuando se presentó». Aunque el nivel de la MLS es muy inferior al de la Premier League, «es un soplo de aire fresco para mis ojos», valora el jugador que pasó por Niza y Lyon.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO