Fue en el pasado mes de julio cuando Jordan Henderson decidió dar un giro en su carrera profesional aceptando el reto de la liga de Arabia Saudí. El capitán del Liverpool dio el‘sí’ a la propuesta del Al Ettifaq, de 14 millones de euros más variables por tres temporadas. Además de los 816.000 euros por semana que comenzó a recibir el de Sunderland, a sus 33 años, se unía el proyecto que lideraba Steven Gerrard desde el banquillo.
Seis meses después de embarcarse en este nuevo proyecto, Henderson abandona Arabia Saudí. Según David Ornstein, el centrocampista ha llegado a un acuerdo con Al Ettifaq para abandonar el club saudita, que se encuentra en plena pretemporada pasando unos días en Abu Dhabi. Además, se informa de que está muy cerca de fichar por el Ajax de forma permanente.
Henderson llevaba semanas ansioso por volver a su país. Sus razones son que le costó mucho adaptarse al país asiático y las malas formas del Al-Ettifaq, sobre todo con su entrenador y excompañero ‘red’, Steven Gerrard, por la presión a la que lo han sometido los dueños del club saudita por los malos resultados.
Reto sin cumplir
“Quiero lograr algo especial, construir un club y la liga en ese país”, fueron unas de las razones que dio Henderson cuando se marchó al Al Ettifaq. Algo que fue muy criticado en Inglaterra. Desde los aficionados del Liverpool, que no entendían la repentina despedida de una de sus leyendas.
Como el colectivo del LGTB, al que Henderson había defendido durante la pasada Eurocopa con Inglaterra, luciendo el brazalete arcoíris. Uno de los peores momentos fue en su regreso a las islas en octubre. El capitán de la Selección inglesa fue abucheado en Wembley en el amistoso ante Australia. Henderson ya está de vuelta a Europa. Adiós al sueño saudita.
Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos y, por qué no, también un poco de humor de vez en cuando.
Texto de diario DIARIO AS