El Inter va como un tren. Ante el Lecce, en San Siro, los nerazzurri sumaron su cuarta victoria consecutiva, la octava en las últimas nueve jornadas, con un 2-0 que sigue reforzando su liderato. La distancia sobre la Juve sigue siendo de cuatro puntos, pero el Milan, tras el empate de Salerno, ya está lejísimos: -11. Solo la Vecchia Signora puede intentar quitarle a los milaneses el título número 20, el que cosería la segunda estrella en su escudo.
Tras 89 partidos seguidos jugando, Lautaro tuvo que parar por unas molestias musculares que le mantendrán fuera de combate hasta el 6 de enero contra el Verona. La gran duda era ver cómo habrían reaccionado a su ausencia los de Inzaghi, que salió de inicio con Arnautovic al lado de Thuram. Al final de la primera parte, sin embargo, el gran protagonista fue Bisseck. El central rozó el 1-0 con un disparo que golpeó el larguero tras un córner de Calhanoglu en el 40′ y, tres minutos después, abrió la lata en una falta lanzada siempre por el turco, esta vez con un testarazo.
El Lecce, que había creado algún peligro con las llegadas del extremo Banda, empezó bien la segunda parte, consiguiendo un penalti por una mano de Carlos Augusto ante un disparo de Gendrey. El árbitro canceló la pena máxima tras haber visto las imágenes del VAR, pero los sureños siguieron empujando con fuerza hasta el 78′, cuando llegó la sentencia. Arnautovic, con un genial taconazo, liberó en el corazón del área a Barella, que sentó a Falcone con una finta y marcó el 2-0. Poco después, además, el Lecce perdió a Banda, expulsado por protestar demasiado, y San Siro vivió plácidamente, entre luces y cánticos, los últimos 10 minutos. El Inter parece imparable.
FUENTE: AS.