Episodio lamentable en Turquía por parte del presidente del Ankaragucu, Faruk Koca, que bajó al césped al finalizar el partido entre su equipo y el Rizespor y le dio un puñetazo al árbitro, que acabó con el ojo morado. El motivo es que los visitantes empataron en el tiempo de descuento.

Además, mientras estaba en el suelo fruto del impacto que había recibido, otras personas le patean.

El Ankaragucu es onceavo en la clasificación, con 18 puntos, a 8 de posiciones europeas. Con la victoria que tenía hasta que en el 97 empató Gaich, se acercaba a seis unidades de su objetivo, la cuarta plaza. El enfrentamiento fue bastante caliente y tuvo dos expulsiones, una de cada equipo.

TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO