Cuesta pensarlo y casi más decirlo, pero el Manchester City de Pep Guardiola está pasando por uno de sus peores momentos desde su llegada. A nivel de resultados, con cuatro partidos consecutivos sin ganar en Premier League, y a nivel de juego, aunque aun está cerca del líder Arsenal, que tiene 6 puntos más. Cuesta pensarlo y casi más decirlo, pero el Manchester City de Pep Guardiola está pasando por uno de sus peores momentos desde su llegada. A nivel de resultados, con cuatro partidos consecutivos sin ganar en Premier League, y a nivel de juego, aunque aun está cerca del líder Arsenal, que tiene 6 puntos más.

Venía de partidos con carencias el cuadro ‘citizen’, pero la derrota ante el Aston Villa fue un paso más allá. Unai Emery se comió a su rival en todos los aspectos. Con un planteamiento valiente y una presión agresiva y arriesgada, los de Birmingham mandaron en todo el duelo y la victoria fue justa y seguramente corta visto lo visto. Y por si fuera poco le arrebataron al tercera plaza.

Tan malo fue el partido que se batieron varios récords negativos. A nivel de club, el Manchester City terminó el duelo habiendo realizado solo dos tiros entre palos y uno fuera, todos en el primer tiempo, lo que supone no haber ni llegado en el segundo. Un hecho que no le ocurría al equipo desde 2007, cuando todavía no había sido adquirido por los jeques de Emiratos Árabes. Y no solo eso, se convirtió en el partido con menos remates desde hace más de 20 años. 

La cosa no quedó ahí, porque también para Pep Guardiola se batió un récord negativo. El catalán siempre se ha caracterizado por proponer un fútbol ofensivo, de control y de llegada. Acentuado más incluso desde su llegada en la Premier League. Por eso no se esperaba que su equipo únicamente disparara tres veces, algo que no le había ocurrido en los 535 partidos que ha dirigido en toda su carrera en las cinco grandes ligas.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO