En el día de las despedidas Ansu Fati decidió reivindicarse y brillar con luz propia. El canterano azulgrana, cuyo nombre aparece constantemente en las quinielas de mercado pese a su idea firme de seguir de azulgrana, logró un doblete en solo 24 minutos. Ansu, que no veía puerta desde el pasado 1 de abril, volvió a reencontrarse con el gol tras 13 partidos sin marcar.

El ‘10’ azulgrana abrió el marcador antes de que se cumpliera el primer minuto aprovechando una asistencia de Gavi, tras una bonita triangulación iniciada por Busquets y un pase en profundidad medido de Lewy, ayer vestido de asistente. Si a Ansu le tocó vivir la cara dulce del partido, Balde probó la amarga. En un partido que a priori tenía que ser solo una fiesta para despedir al Camp Nou, a Sergio Busquets y a Jordi Alba, una entrada salvaje de Amath al tobillo del defensa azulgrana en el minuto 13 obligó a Balde a tener que abandonar el campo antes de tiempo. El lateral tendrá que estar de baja entre 6 y 7 semanas, con lo que tendrá que sacrificar gran parte de sus vacaciones para poder volver a tope la próxima temporada. El árbitro, que inicialmente le mostró amarilla, fue avisado por el VAR para que revisara la acción, y nada más ver la imagen rectificó y le cambió la amarilla por la roja directa.

Si contra 11 ya era dominador, frente a 10 y con más de una hora por delante, el Barça sometió al Mallorca como quiso. Ansu, tras no finalizar un gran pase en profundidad de Dembélé, firmó el 2-0 en el minuto 24. El ‘10’ definió a la perfección una gran asistencia de Lewandowski -que ha pulverizado sus registros como asistente en una temporada vistiendo de azulgrana-. Poco después los dos protagonistas se intercambiaron los papeles y Ansu asistió, pero el polaco no acertó en el remate.

Tras el descanso, Koundé a punto estuvo de participar de la fiesta con un remate de cabeza. En el 66, Lewandowski estuvo a punto de poner fin a la maldición de los lanzamientos de falta. El polaco estrelló el balón contra la cruceta tras una ejecución casi perfecta. Ya son más de dos años desde que Messi anotara el último gol de falta -2 de mayo del 2021-. Pero a la tercera llegó la vencida, en este caso con Gavi como goleador. El canterano controló un pase de Dembélé dentro del área y disparó con fuerza y colocación, evitando que el portero del Mallorca pudiera alcanzar el esférico.

De los goles a las lágrimas de emoción

Sentenciado el partido, llegó el momento de los homenajes. El primero en llevarse la ovación de la grada fue Jordi Alba, que dijo adiós al Barça tras 11 temporadas. El lateral, que fue sustituido por Marcos Alonso, abandonó el campo entre lágrimas, con la grada entregada al grito de “Jordi, Jordi”. Solo cuatro minutos después, con la sensibilidad a flor de piel, llegó el turno del capitán Sergio Busquets. El de Badía, que dice adiós tras 15 temporadas, recibió un tributo al nivel de todo lo que le ha dado al club de su vida durante todos estos años. Fue el colofón a la fiesta de un Camp Nou que también se despidió de su afición hasta, como mínimo, noviembre de 2024, cuando está previsto que acaben las principales obras de la remodelación.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO