El PSG hizo historia anoche después de alzar su undécima liga en Estrasburgo. Nadie tiene más en Francia. Bastante más apurado que en otras temporadas, el club parisino ha confirmado su condición hegemónica con un fantástico Mbappé como protagonista. Messi, disfrazado de asistente, ha sido su mejor socio en un turbulento camino hacia un trofeo importante que sirve de atenuante tras la debacle europea. Estas fueron las claves.
Un arranque asombroso
Cuando empezó todo, en agosto del año pasado, el PSG dio la sensación de haber cambiado algunas cosas. Messi, mucho más adaptado a todo, tenía una sonrisa distinta, Neymar se sacrificaba corriendo como nunca y Mbappé congeniaba a la perfección con sus dos compañeros de ataque. Por fin funcionaba el tridente. Hasta el Mundial el equipo estuvo sublime, casi imparable: trece triunfos en quince partidos en liga allanaron el camino.
Sin embargo, el PSG resultó jugar al despiste. De forma sorprendente, tras Qatar vino el desastre de un equipo que poco a poco se dejó llevar por la inercia negativa: nueve derrotas en 2023 agravaron la crisis deportiva e institucional del club, aunque supo ganar los partidos que tenía que ganar en este tramo final para mantener a distancia al Lens, soberbio competidor, y al Marsella, que se ha quedado sin fuerzas estas últimas semanas.
Tres centrales
Christophe Galtier hizo pruebas a principios de temporada, pero llegó pronto a la conclusión de que el sistema con tres centrales era el que más seguridad aportaba al equipo. Aunque Marquinhos no ha estado a su mejor nivel, Sergio Ramos ha asumido la responsabilidad en defensa y ha recuperado la autoridad que siempre mostró en el Real Madrid. Danilo, un profesional intachable, ha dado empaque ante la ausencia de Kimpembe.
Messi como arquitecto
Tras un primer año de aclimatación, en el segundo el argentino ha firmado unas cifras notables en liga que argumentan su candidatura al premio al mejor jugador de la temporada. Ha marcado dieciséis goles a los que ha añadido otros dieciséis pases decisivos que le confirman como el gran arquitecto de este PSG. Su futuro no está nada claro, pero la importancia del ex del Barça en este éxito es incuestionable.
Terremoto Mbappé
No hay mayor consenso en el PSG que el que genera Mbappé. El internacional francés se quedó para seguir batiendo marcas y ya es el máximo goleador de la historia del club después de superar a Cavani. Es la sexta liga que gana, la quinta desde que llegó a la capital. Aunque ha perdido algo de chispa respecto a principios de temporada, es indiscutible que es el mejor jugador de Christophe Galtier. El título no se entiende sin Kylian.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO