Soccer Football - LaLiga - FC Barcelona v Espanyol - Camp Nou, Barcelona, Spain - November 20, 2021 FC Barcelona coach Xavi reacts REUTERS/Albert Gea

Xavi Hernández también envió un mensaje claro sobre los episodios de racismo que afectaron a Vinicius en Mestalla durante el partido de LaLiga y que han centrado la actualidad deportiva del día. El técnico del Barça aseguró que «España no es racista. No hay que llegar a ese punto, pero ha habido actos de racismo. Hay que condenar eso y educar a la gente», dijo. Y añadió generalizando: «Estamos en un entorno donde nos insultan y nos dicen de todo. Es muy difícil no rebotarse. No tenemos un entorno con educación en el mundo del fútbol».

Xavi no quiso personalizar porque, considera, que se trata de un actos que perjudican a colectivos. «Da igual la camiseta. Vinicius es persona antes que futbolista. Tenemos que defender al profesional del fútbol. No entiendo como persona, como ciudadano, que se tengan que aguantar los insultos».

El técnico lamentó que, «por desgracia, siempre ha habido casos de racismo. Que en 2023 pasen estas cosas es lamentable. Quiero condenarlo. Aquí no hay escudos. El Valencia está tratando identificar a estas personas. Tenemos que erradicar de una vez por todas el racismo».

Preguntado entonces por aquel episodio de Eto’o en Zaragoza, el técnico recordó que «no estuve en aquel partido de La Romareda porque estaba lesionado» pero considera que «hay que parar el partido. Hay que frenarlo. Me da igual el escudo, que sea Vinícius o Eto’o. Es muy desagradable. No lo veo en ningún otro deporte. Ni en el tenis ni en el baloncesto ni en el golf. Parar el partido y nos vamos para casa».

¿Cómo frenar el racismo?, le cuestionaron entonces. «No me toca decidir. Hay que reunirnos y ponernos duros. Es un tema educacional. No se va a un estadio de fútbol a insultar. Yo no voy a ver una obra de teatro y si no me gusta, me voy», hizo hincapié.

Xavi es partidario de parar los partidos. Y lo dijo con contundencia. «Sí. Se ha aceptado el insulto. Es la única profesión en la que se acepta el insulto. Yo no veo ningún panadero, obrero que reciban insultos en su trabajo. Hay que frenar todo esto. Si insultas a un obrero, seguro que te cae un ladrillo en la cabeza», subrayó, para concretar en su casa: «Yo no tengo que aguantar en mi horario laboral insultos ni desfachateces. Aprovecho para decirlo. Hay que decir basta».

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO