Acostumbrado a vivir en dos tiempos verbales, presente y futuro, el PSG ya ha empezado a trabajar en la siguiente temporada. Salvo cambio inesperado, y pese a que gane la liga, Christophe Galtier no va a continuar en el banquillo. El equipo ha recuperado el equilibrio estas últimas dos semanas pero cuesta entender el desplome general en 2023, en el que se han sumado ocho derrotas. A la espera de ser campeón, el debate del entrenador abre la puerta a Mourinho.

El PSG no ha negociado aún con el portugués, pero de puertas adentro ya se ha hablado de él. Roma ha representado un antes y un después para su carrera, un tanto desdibujada en sus últimas experiencias en Inglaterra con el United y el Tottenham. En Italia, en cambio, ha reivindicado su caché con un equipo con el que alzó la Conference League la temporada pasada y con el que tiene opciones de ganar en esta la Europa League.

Mourinho saldrá antes de la Roma si gana que si pierde. Si tiene la sensación del deber cumplido. Tras muchos años en un segundo plano, el club capitalino celebró un trofeo del que aún se presume por las calles de la ciudad. Y Mourinho tiene mucha parte de responsabilidad en un proyecto que ha sabido revitalizar, consciente también de sus limitaciones. Tan bien le está yendo esta etapa que ha sonado otra vez para el banquillo del Chelsea, pero sabe que también está el PSG a la espera.

Conoce bien a Luis Campos, paisano suyo, encargado de rearmar un vestuario que va a estar liderado por Mbappé al menos hasta 2024. Mourinho, que ya ha ganado la liga en Portugal, Inglaterra, Italia y España, puede verse seducido por hacerlo también en Francia. Ser el primer entrenador en ganar la Champions con el PSG es otro aliciente para un tipo con un ego desproporcionado. Quizá la persona indicada para poner orden en medio del caos.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO