El fútbol colombiano vivió una noche escandalosa durante la jornada de domingo en Ibagué, a partir del ingreso de un hincha de Deportes Tolima al campo de juego. En su entrada, golpeó a Daniel Cataño, un ex jugador del Pijao y al cual la afición calificó como «vendido».

El jugador de Millonarios reaccionó ante la agresión al correrlo en busca de responderle de la misma manera, hasta que el tumulto y quienes buscaron separarlo diluyeron la tensión. Acto seguido, el árbitro del juego decidió la suspensión antes de que empezara el mismo.

Tanto protagonistas de ambos equipos como los propios clubes enviaron mensajes -ya sean orales como escritos- para repudiar este hecho, mientras que en la jornada de este lunes fue Enrique Camacho, presidente del Embajador, el que se refirió a lo vivido en el Estadio Murillo Toro.

«Se rompió la seguridad. Caldeados los ánimos, no era prudente jugar. Era prudente mitigar riesgos y que esto no llegara a mayores», consideró el mandamás del club bogotano en diálogo con con La FM, para respaldar así la decisión del juez.

Asimismo, el directivo dijo que aguarda por una sanción que pueda enseñar. «Tiene que ser ejemplarizante. No se puede jugar en un ambiente de hostilidad y de riesgo. A estas situaciones las rechaza Millonarios de plano, independiente si vamos a ganar o perder los tres puntos», aseguró.

Por otro lado, Camacho se mostró en contra de su par de Tolima, quien quería continuar con el juego y que rechazó la postura de Millos. «Respeto la opinión, pero me separo muchísimo de ella. El mismo capitán del Tolima, en el calor de los acontecimientos, fue entrevistado y él mismo dijo ‘no hay condiciones para jugar’. Respeto, sobre todo, la posición de los jugadores de Tolima: eso es lo que deberíamos tener todos. Por eso Millonarios no jugó», sentenció.

Fuente: DSports