Xavi Hernández se mostró fuerte y convencido en las posibilidades de su proyecto en el Barcelona, pese a la impactante derrota europea del miércoles ante el Inter. El técnico barcelonista afirmó que “no podemos destruirlo todo”, en referencia a las dudas que pueden surgir sobre su trabajo y quiso dejar muy claro que “no seré un problema el día que vea que no soy una solución”.

Sobre los problemas que ha tenido el equipo, insistió en que “hay mucho error individual, errores de la línea defensiva, errores puntuales nuestros, de estar concentrado”, poniendo el acento en acciones individuales. Apuntó que “en Liga hemos estado muy bien” y se queda con que “analizando la temporada, creo que puedo ser optimista. No pararé de trabajar e insistir, porque soy muy culé y muy tozudo”. Lanzó un mensaje muy claro: “El día que no lo vea claro, me iré hacia casa. No seré un problema el día que vea que no soy una solución”.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO