El delantero del Manchester City Erling Haaland es el futbolista de moda, y no solo por sus registros goleadores. En este caso, ha sido protagonista por su curiosa dieta. El noruego reconocía en el documental ‘The Big Decision’ que come corazones e hígados de vaca. De hecho, las vísceras rojas son ricas en vitamina B, hierro, fósforo y cobre y magnesio. Sin embargo, hay que consumirlas de forma esporádica debido a su alto contenido en grasa saturada y colesterol.
Beneficios del corazón de vaca
Este alimento destaca por su contenido en vitaminas del grupo B, sobre todo la B12 (cobalamina), la cual tiene un papel esencial en la formación de glóbulos rojos, el metabolismo celular, la función nerviosa y la producción de ADN. El corazón de vaca también tiene hierro, de hecho, junto con otras vísceras rojas como el hígado, es considerado uno de los alimentos antianémicos por antonomasia.
Otros nutrientes destacables de este alimento son la coenzima Q10, un antioxidante que participa en la producción de energía y puede mejorar el rendimiento físico; fósforo, mineral que interviene en varios procesos vitales como la estructuración celular y la reparación de tejidos; y zinc, esencial para los sistemas cognitivo y nervioso.
Beneficios del hígado de vaca
En el caso del hígado, destaca por su contenido en vitamina A, cuya función es la de ayudar a la formación y al mantenimiento de dientes, tejidos blandos y óseos, membranas mucosas y piel, según la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE. UU. Esta vitamina se conoce también como retinol, ya que produce los pigmentos en la retina del ojo y favorece la buena vista, especialmente si la luz es tenue. Asimismo, es un antioxidante, por lo que protege las células del daño causado por los radicales libres. Este alimento también es una importante fuente de fósforo, hierro, zinc y vitaminas B3 y B6.
También es muy destacable por su elevado aporte en vitamina B12. En este sentido, el hígado de vaca aporta unos 80 microgramos de esta vitamina por cada 100 gramos de producto, un valor mucho más elevado que el de otros animales como, por ejemplo, el pollo, el cual contiene 25 µg por cada 100 gramos.
Pese a todos estos beneficios, como ya se ha indicado, su consumo debe ser siempre moderado. Tal como señala la Fundación Española del Corazón, su elevado contenido en colesterol convierte a la casquería en un alimento nada recomendable para los pacientes cardiovasculares, a quienes se les recomienda otros tipos de carnes magras, como el pescado, pollo sin piel, conejo y cortes magros de ternera.
Además, hay que tener cuidado en el caso de las embarazadas, ya que el consumo de vísceras podría retrasar el desarrollo del feto. En el caso de los infantes también se debe extremar la precaución, pues pueden producir toxicidad debido a la alta concentración de vitamina A. así pues, se trata de un alimento muy valioso, pero del que no se debe abusar.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO