La contundente derrota del Oporto a manos del Brujas por 0-4 en O Dragao dio lugar a un lamentable y peligroso acto violento con los ultras por medio. Tras el partido, la familia de Sergio Conceiçao, técnico del Oporto, abandonó el estadio en coche. Conducía su mujer, Liliana, según informa Record, junto a sus dos hijos, Rodrigo, de 22 años que milita en el equipo, y José, de 7 años. El diario portugués explica con detalle cómo el coche formaba parte de una fila de varios que iban saliendo del interior de O Dragao. Ninguno de los anteriores fue atacado, pero en el momento en el que Liliana conducía por el exterior del complejo un grupo identificado como seguidores del Oporto se abalanzó cerca del coche y comenzó a apedrarlo a discreción sin miramientos. “La familia de Conceiçao vivió momentos de terror”, explica Record, señalando que Liliana conducía confiada por la zona del museo del Oporto después de comprobar que no había habido ningún incidente con los coches que la precedían. Fue algo premeditado contra la familia del entrenador.
El medio explica que tras romperse las lunas del coche, Liliana y uno de sus hijos fueron alcanzados por los proyectiles. Fuentes consultadas por Record apuntan que la situación fue puesta en conocimiento del entrenador y se cursó la denuncia pertinente. Además, se expone a través de otra fuente que “fue una casualidad que no sucediera una desgracia”, ya que no se había previsto un perímetro de seguridad acorde con el momento que se había vivido en el estadio. La familia todavía permanece en estado de shock, aunque no ha tenido que lamentar lesiones de consideración, según escribe Record. Conceiçao dirige al equipo por sexta temporada y siempre ha sido un técnico muy conectado con los seguidores portistas. El Oporto perdió en el primer partido contra el Atlético en el tiempo añadido y en casa fue barrido por el sorprendente Brujas. En la liga portuguesa es tercero, a tres puntos del Benfica.
TOMADO DE DIARIO AS