Los deseos de Cristiano Ronaldo se asemejan a los anhelos de Chelsea. El futbolista -a sus 37 años- pretende jugar en un club que tenga serias aspiraciones a ganar la Champions League; Todd Boehly -sucesor de Roman Abramovich– pretende dar un importante golpe mediático con su primera contratación con él a la cabeza. En consecuencia, los Blues aventajan a sus competidores en la carrera por adquirir los servicios del portugués.
El último ciclo de CR7 en Manchester United estuvo muy lejos de ser el soñado. Si bien individualmente siguió demostrando todo su talento, colectivamente el equipo no lo acompañó y por eso ahora mete presión para irse, a tal punto que tomó la decisión de no presentarse en el inicio de la pretemporada.
Aunque en Los Diablos Rojos estaba la intención de retenerlo, con el correr de las horas y de los días fueron comprendiendo que la decisión del jugador ya era inquebrantable, por lo que ahora buscan variantes para obtener el mayor rédito económico posible ante una eventual transferencia.
¿Cómo es la situación de Chelsea? En la órbitra aparecen De Ligt (Juventus), Rapinha (Leed), Aké y Sterling (Manchester City). A pesar de ser apellidos atractivos, el nuevo propietario sabe que ninguno le daría la repercusión mediática ni las garantías deportivas que sí podría ofrecer Ronaldo.
La exigencia de Cristiano
El futbolista pretende seguir ampliando su leyenda como goleador histórico de la Champions League (183 goles), pero además confía en ganar su sexta orejona e igualar a Paco Gento en lo más alto del palmarés.
Por eso Jorge Mendes, el encargado de manera sus servicios, lo ofreció en varios clubes. Pero Chelsea -al parecer- es el que más posibilidades tiene, no sólo por las coincidencias ambiciosas ligadas a lo deportivo sino también por una cuestión económica, ya que deberá acercarse a los 30 millones anuales que cobra por temporada.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO
