Dicen que la historia tiende a repetirse si no se conoce. Por lo tanto, a las puertas de un Mundial en Qatar y para evitar futuros remordimientos de conciencia, conviene ‘refrescar’ el episodio de hace justo 40 años en el que un Emir fue capaz de anular un gol legal en un torneo mundialista. El fútbol y sus episodios.

Este que hoy les contamos, tuvo lugar en Valladolid, en el Estadio Nuevo José Zorrilla en el que se disputaba un 21 de junio de 1982 el segundo partido de la fase de grupos del Mundial en el Grupo 4 entre Francia Kuwait.

Era la primera (y la última hasta a la fecha) participación del país del golfo pérsico en un Mundial y su impotencia sobre el césped y su prepotencia en el palco les hizo dejar su huella para la historia de una manera tan bochornosa como llamativa: con un Emir bajando al césped en pleno partido.

El motivo que tuvo Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, personaje en cuestión, que por entonces desarrollaba el puesto de presidente de la federación de fútbol de Kuwait y era hermano del Emir del país, fue que a su selección le hicieron un gol (legal) con el marcador en contra (3-1). Hasta ahí, todo en orden. La queja vino a raíz de que sus jugadores se quedaran parados en el césped durante la jugada previa al creer haber oído el sonido de un silbato y, por tanto, la anulación de la jugada. Insistimos, era el 4-1.

Aún así, y después de una serie de aspavientos en la zona noble del estadio pucelano pidiendo a ‘su’ equipo que se retirara del campo, el dirigente pérsico bajó decidido al césped y habló con él árbitro, Miroslav Stupar (Rusia) hasta que este, que previamente había dado el gol como legal, lo anuló.

Así, Fahid Al-Ahmad Al-Sabah se marchó de vuelta al palco satisfecho de haber impartido justicia a su manera y, desde allí, vio como Francia volvía a meter otro gol y terminó ganando a su equipo independientemente de aquel episodio.

Multa y trágico final

Todo ello, después, fue sancionado por la FIFA pese a que no supuso ningún perjuicio grave para el partido y el dirigente recibió una multa de 100. 000 dólares que tuvo que abonar durante las semanas siguientes.

Ocho años después, retirado del fútbol e inmerso en la política de su país, Fahid Al-Ahmad Al-Sabah fue asesinado por las tropas iraquíes que invadieron el Palacio de Dasman en la Primera Guerra del Golfo.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO