No fue un temporada sencilla para Josep Guardiola. Eliminado en la Champions League, en la Copa de la Liga de Inglaterra y en la FA Cup, sus últimas esperanzas de un trofeo estaban todas puestas en la Premier League. El Manchester City comenzó perdiendo 2-0 frente al Aston Villa y, más allá de que el Liverpool todavía no ganaba en Anfield, la presión sobre el entrenador español comenzó a crecer a medida que avazaban los minutos. La heroica remontada de la mano de Ilkay Gundogan le devolvió el alma al cuerpo a Pep, que no pudo contener la emoción en el Etihad Stadium.

Los últimos instantes los vivió sobre la línea de la cancha dando constantes indicaciones a sus jugadores para que administraran la posesión de la pelota e hicieran correr el reloj. Brazos en aire, gestos hacia el árbitro Michael Oliver de que el tiempo estaba cumplido y un profundo abrazo con sus colaboradores cuando escuchó el pitazo final. Luego de la emoción inicial, fue caminando al banco de suplentes donde todavía estaba Domenech Torrent y vivió con sentido instante en el que no pudo aguantar las lágrimas.

Embargado por la emoción, tomó la decisión de irse al trote directo al vestuario antes de que los hinchas del Manchester City invadieran el campo de juego. El español, que en la semana había subrayado la importancia de conquistar la Premier League por sobre la Champions, logró el objetivo principal que se planteó hace aproximadamente un año: seguir agrandando la historia del conjunto celeste en la máxima categoría de Inglaterra.

Las decisiones de Guardiola en el desarrollo del duelo frente a los Villanos fueron fundamentales. Durante el segundo tiempo envió a la cancha a Oleksandr Zinchenko, Ilkay Gundogan y Raheem Sterling: el extremo inglés asistió al volante alemán en el primer tanto, el lateral ucraniano dejó a Rodri frente al arco para estampar el empate y nuevamente el ex mediocampista del Borussia Dortmund fue el privilegiado de dar vuelta la historia a favor de los Citizens.

Con el trofeo de la Premier League, Pep acumuló su título número 32 en su decimotercera temporada como director técnico. Cosechó 14 durante su paso por el FC Barcelona, siete en su ciclo en el Bayern Múnich y por ahora recolectó 11 en su estadía en Manchester. Con la incorporación confirmada de Erling Braut Haaland para la próxima campaña, y la llegada del argentino Julián Álvarez, el español apunta a sacarse la espina de levantar una nueva Champions League en su impresionante trayectoria desde el banco de suplentes.

TEXTO TOMADO DE INFOBAE

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