Se acerca un año de la creación y, a la vez, cancelación de la Superliga Europea. En abril de 2021, los 12 clubes más fuertes del continente impulsaron la fundación del certamen, el que duró un suspiro desde su anuncio, luego de la discordia generada, rechazo de los aficionados de diferentes equipos y contraataque de la UEFA.

En su tiempo, se originó un gran revuelo por esta novedosa competición, pero después se fue diluyendo hasta casi darla de baja por completo. Aunque el nombre del torneo siempre sobrevoló en el deporte y por propia intención de algunas de las instituciones madre por seguir con la idea en pie.

Una de ellas fue Juventus. En este caso, su presidente, Andrea Agnelli, quien había quedado en el ojo de la tormenta en aquel intento de organización de la competencia, reflotó el proyecto hace poco al sostener la postura por realizar una reforma en el fútbol europeo.

Esto, claro, llegó a oídos del presidente de la Federación Italiana de Fútbol, Gabriele Gravina, quien le marcó la cancha al mandamás de la Vecchia Signora. Y, con total firmeza, aseguró que la institución bianconera será expulsada de la Serie A, en caso de que prospere el nuevo fin de crear la Superliga.

«Ese contrato es una hipótesis de planificación. Si se hiciera realidad, Juventus estaría fuera de la liga italiana», indicó ante La Repubblica, en relación a los dichos del dirigente de la Juve, que había revelado que todavía persiste el vínculo con los 11 clubes restantes y la competición.

«La Superliga es la respuesta equivocada a una necesidad real. Italia también debe pensar en cómo mejorar la calidad del campeonato y hacerlo más atractivo para mercados en expansión como el árabe, donde recauda poco en estos momentos», sentenció el directivo de la FIGC.

Fuente: Directv Sports