México y el mundo del fútbol están conmocionados por el brutal ataque barra en el duelo que ayer protagonizaron Querétaro y Atlas, el Estadio Corregidora. Según datos oficiales no se reportaron víctimas fatales y hay 22 heridos, algunos de ellos graves, aunque periodistas en el lugar dieron cuenta de al menos 17 personas fallecidas.

Según hinchas de Atlas, que brindaron su testimonio al sitio local mediotiempo el hecho se produjo ante la ausencia casi total de personal de seguridad, algo incomprensible teniendo en cuenta la gran rivalidad entre ambas parcialidades, que se multiplicó cuando en 2007 Gallos descendió a segunda división tras caer con Atlas.

«Empezaron a golpear a familias, a niños y mujeres de forma indiscriminada y eso fue el punto de no retorno. Pongo como principal responsable a la Secretaría de Seguridad del estado de Querétaro por haber subestimado el riesgo, por únicamente haber colocado policías estatales afuera y adentro únicamente seguridad privada que no estaba capacitada. Solo dos señoras de entre 40 y 50 años estaban para cuando cuidarnos y cuando vieron que la pelea estaba escalando, una se puso a llorar», destacó uno de los hinchas visitantes.

Según las cámaras de seguridad del estadio, a los diez minutos del segundo tiempo un grupo de barras de Querétaro arremetió contra hinchas comunes de Atlas, que fueron a presenciar el partido en familia y estaban en una tribuna intermedia. Al ver ese ataque, la barra de Atlas abandonó su lugar, alejado de los de Gallos y fueron a defender a los suyos.

Las imágenes de la barbarie que duró más de un cuarto de hora hablan por sí solas. Las autoridades por lo pronto anunciaron medidas ejemplares y la Liga de México avisó la suspensión de la competición hasta nuevo aviso.