Tener fondo de armario no siempre es sinónimo de buena competencia, al menos en el PSG. A pesar de que Pochettino se ha quejado en alguna ocasión de tener un vestuario demasiado numeroso que ha dificultado la gestión interna, a la hora de la verdad no son tantos los compañeros que amenazan con quitarle el sitio a los habituales titulares. Un problema que señala a Leonardo, arquitecto de un equipo que por momentos parece descompensado.

Las lesiones o el mal estado de forma de algunos futbolistas han propiciado que la alineación del PSG se pueda recitar de memoria sin cometer apenas errores. Salvo en el arco, donde Keylor Navas y Donnarumma se han repartido el protagonismo esta temporada, y en la medular, donde Ander Herrera y Danilo reclaman más minutos, Pochettino tiene más o menos un once en la cabeza para noches tan importantes como contra el Real Madrid en Champions.

En la zaga no hay dudas: AchrafMarquinhosKimpembe Nuno Mendes son indiscutibles. Sergio Ramos llegó al PSG con la intención de ser importante pero la realidad dista considerablemente del plan previsto. Kehrer ha tenido buenos partidos, pero no lo suficiente como para ser un fijo de Pochettino. Tampoco Diallo ni Dagba, a años luz del rendimiento que ofrecen en los laterales tanto Achraf como Nuno Mendes.

En la cocina del campo Verratti es insustituible. Paredes, a buen nivel, también. Queda una sola plaza y Danilo ha asumido la responsabilidad, pero Ander Herrera y Gueye también son importantes para el PSG. Mucho menos lo es Wijnaldum, que llegó de Liverpool como un perfil versátil y con experiencia pero no se ha adaptado al cuadro parisino. A pesar de haber jugado un total de 1.408 minutos, la sensación es que está condenado a un papel secundario.

En ataque no hay competencia que valga al tridente más allá de la de Di María, que ha aprovechado los dos meses de ausencia de Neymar por lesión. Al margen del ex del Real Madrid, no hay quien consiga toser a los tres futbolistas más mediáticos de Pochettino. Icardi no tiene cuajo en el equipo y se le ve fuera de contexto cuando juega. Draxler tampoco le aporta ninguna diferencia significativa a un PSG con muchos futbolistas, pero con poca rivalidad interna.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO