Christian Eriksen vuelve a sonreír. El centrocampista danés fue uno de los protagonistas del mercado de fichajes tras su regreso a la Premier League a las filas del Brentford, club que apostó por él apenas siete meses después de sufrir un paro cardíaco en la Eurocopa con Dinamarca.

Ahora, el exjugador del Inter de Milán, que cumplirá 30 años en apenas una semana, ha concedido una entrevista a la web oficial de su nuevo club en la que repasa cómo ha cambiado su vida desde aquel 12 de junio en Copenhague que el mundo del fútbol tardará mucho en olvidar.

Rememorando aquel episodio sucedido en el partido contra Finlandia, Eriksen es preguntado sobre el momento en el que pensó en el que podía volver a jugar al fútbol tras el paro cardíaco, y él lo tuvo claro desde el principio. «Dos días después ya lo pensaba. Ese mismo día por la noche ya fui consciente de lo que me había pasado, y en los días siguientes ya comencé a asimilarlo. Ya empezaron todas las pruebas médicas, pregunté si podría hacer esto o aquello… y así poco a poco volví a creer», relata el danés.

Tras varios días de recuperación, Eriksen fue operado el 18 de junio y en dicha intervención se le colocó el DAI, un desfibrilador que le permitía seguir llevando una vida normal y continuar su carrera como futbolista en algunos países. «Puedes correr un maratón, nadar en profundidades o lo que sea, solo depende del diagnóstico y de cómo te sientas al respecto. Le dije a Sabrina [su esposa] que colgaría las botas, pero que no se sorprendiera si en unos pocos días, cambiaría de opinión si todo estuviera bien. Por suerte,así ha sido», cuenta a los medios oficiales del club.

Meses duros hacia su nueva normalidad

Eriksen insiste en que mudarse a Brentford le da la oportunidad de volver a algo más cercano a una forma de vida «normal», y el danés quiere volver a ser visto como futbolista, sin asociarle constantemente a lo sucedido en el mes de junio de 2021.

«Al principio todo fue difícil. Los primeros tres meses, no hice nada, pero luego los últimos tres o cuatro meses estuve en el programa de rehabilitación.Fue difícil ver partidos al principio porque siempre estaba pensando que quería estar ahí, así que dejé de verlos. Mi cabeza estaba enfocada en mi familia y mis seres queridos», relata.

Sin embargo, y a pesar de tener que abandonar el Inter debido a que en la Serie A no se permite jugar con un desfibrilador implantado, Eriksen siguió trabajando hasta su regreso, como así ha sido en su vuelta a Inglaterrta. «Poder tocar balón, oler el césped, ponerme las botas… todo empieza a volver dentro de mí, la emoción del estadio, la aficionados, los compañeros… El desafío de los meses previos fue superar lo que realmente sucedió. Yo quería volver a la normalidad, pero para mí, la normalidad era volver a jugar en Italia. Entonces supe que mi normalidad debía ser otra, y aquí estamos», concluye el danés.

Mañana el Brentford juega contra el Manchester City y está por ver si Thomas Frank decide contar con un Eriksen que ya ha completado sus primeras sesiones de entrenamiento.

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