Lo que más parece preocupar a Thomas Tuchel, entrenador del Chelsea, de la situación de su equipo, en picado en la Premier, es el cansancio «físico y mental» que nota en sus jugadores. En su necesidad de revertir el difícil momento que viven los ‘blues’ (con solo una victoria en sus últimos 7 encuentros en el campeonato inglés), Tuchel ha puesto en marcha un plan cuya primera medida es dar descanso a su plantel, al que ha concedido dos días de fiesta, este miércoles y jueves.

Tras el tropiezo que supuso el 1-1 del martes contra el Brighton (pese a que Hakim Ziyech puso por delante a los de Stamford Bridge en el minuto 28, Adam Webster empató en el 60′) Tuchel permitió a sus jugadores hacer este breve alto en el camino «para que carguen las baterías».

El partido contra el Brighton fue el 18º del Chelsea en 59 días, mientras que los anteriores 18 los jugó en 87 días. Desde el 1 de diciembre, son 15 encuentros, 4 más que el líder de la Premier, el Manchester City de Pep Guardiola (del que el Chelsea está a 12 puntos, con un partido menos que los ‘citizens’) y 3 más que el Liverpool (2º y del que los ‘blues’ se encuentran a uno, los ‘reds’ con 2 encuentros menos).

El Chelsea jugará la final de la Copa de la Liga, la Carabao Cup, el 27 de febrero, contra el Arsenal o contra el Liverpool en Wembley, y el Mundial de Clubs a partir del 9 (cuando disputará las semifinales ante un rival por definir).

Acostumbrado a los parones invernales en la Bundesliga (donde entrenó al Mainz y al Borussia Dortmund), Tuchel también planea dar una semana de vacaciones coincidiendo con la primera ventana de selecciones del año, del 24 de enero al 1 de febrero, a los jugadores que no tengan compromisos con sus selecciones. En este caso se hallan las europeas. El plan de Tuchel empieza con que su equipo recargue pilas física y mentalmente.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO