Barcelona tuvo muy encarrilado durante junio pasado un patrocinio global para la camiseta que pudiera sustituir a Rakuten, el cual termina contrato en junio de 2022 como auspiciaste principal del club.

Según pudo conocer el sitio Goal, se trataba de la plataforma de educación online más grande del mundo, una empresa de origen indio que estaba dispuesta a abonar cifras superiores a las firmadas antes de la pandemia con el actual gigante japonés que aparece en la casaca. Es decir, más de 55 millones de euros por temporada y un bonus por rendimiento deportivo cercano al 15%.

Las negociaciones estuvieron muy cerca de cerrarse, pero la presión de algunos ejecutivos del área comercial blaugrana para que la empresa india aumentara la propuesta retrasaron el acuerdo hasta que el Barça anunció la salida de Lionel Messi. Entonces, todo se rompió.

Durante meses, ese área había conseguido aumentar una primera oferta de 40 millones de euros anuales hasta los más de 55, pero algunos ejecutivos no acababan de conformarse con la cifra y pidieron más. Querían superar los 60 millones por campaña y estiraron las opciones hasta que la cuerda se cortó.

La marcha del argentino al PSG, el 5 de agosto, lo acabó de empañar. El Barça había perdido a su gran activo y la empresa ya no quiso avanzar después de tener el acuerdo prácticamente cerrado a finales de junio.

Para Joan Laporta era un patrocinio ideal. Al presidente le gustaba, quería que la plataforma de educación fuera el patrocinador principal del club. Además, sus valores engranaban a la perfección con los de la institución culé e, incluso, se hubieran podido producir sinergias con las Academias del club y el proyecto de desarrollo y conocimiento Barça Innovation Hub.

Incluso, tras la salida de Messi, Laporta pidió una reunión telemática para enderezar la situación, pero ya era tarde. No se consiguió arreglar el desperfecto y el patrocinio cayó definitivamente.

Durante esas fechas, otra gran empresa puso sobre la mesa 70 millones de euros anuales + un 20% de bonus supeditado a los títulos. Lo hizo de manera formal, con varias cartas firmadas en las que fue aumentando su primera propuesta, que partía de 50 millones. Pero ese patrocinio no acababa de convencer al área comercial, ni a la junta directiva.

Se trataba de una plataforma de intercambio de criptomonedas (Crypto Exchange Platform). Una de las tres más grandes del mundo, colaboradora de grandes eventos en los Estados Unidos, una gran compañía que seguía siendo, sin embargo, una marca controvertida por el sector en el que desarrolla su actividad.

La excusa para rechazar la última oferta de 70 millones fue que Barcelona podía conseguir más dinero, pese a que dentro del club la idea de firmar con un comerciante de criptomonedas no cuajaba.

Fuente: Directv Sports