La FIFA baraja la posibilidad de eliminar los parones de selecciones que se suceden a lo largo de cada temporada para concentrarlos en el mes de octubre y ‘liberar’ el resto del año de compromisos internacionales, salvo en verano, reservado para los grandes torneos, ya sean europeos, mundiales o americanos.

Según recoge el diario Marca, Arsène Wenger ha expuesto esta teoría al término de unas jornadas de estudio que, auspiciadas por la FIFA, han reunido en Doha a ex jugadores y ex entrenadores.

Con el objetivo de reducir los viajes los cambios climáticos a los que se ven sometidos los jugadores, y admitiendo que el modelo actual (parones en septiembre, octubre, noviembre y marzo), Wenger asegura que el objetivo es «reducir partidos, pero que sean más importantes».

«Se trata de reagrupar las fases de clasificación para evitar viajes», ha asegurado Wenger. «Las fases de clasificación se concentrarían en octubre, de manera que agosto y septiembre, así como el resto de meses desde noviembre hasta final de temporada, sería para el fútbol de clubs«.

De esta forma se evitarían los parones y «los beneficios serían para todos, empezando por los clubs. El COVID lo ha cambiado todo y hemos decidido reorganizar el calendario internacional de partidos». De aplicarse este nuevo calendario se aplicaría a partir de 2028.

Este nuevo diseño del calendario podría incluir un Mundial cada dos años, rechazado de plano por las grandes Ligas europeas pese a lo que Wenger aseguró que la respuesta, en general, «es positiva. En cualquier caso sería una decisión democrática», ha subrayado.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO