El Barcelona cerró el mercado de fichajes en un martes frenético acordando con el Sevilla la cesión de Luuk de Jong, delantero holandés largamente solicitado por Ronald Koeman, y que tras ser descartado acabó convirtiéndose en el elegido, en una operación que dejó patente la debilidad económica de un Barça tan ocupado en rebajar su masa salarial como en ingresar dinero por traspasos.

La operación, acordada entre los dos clubs dentro del plazo, no se hizo oficial hasta que se concretó la marcha de Griezmann del Barça al Atlético de Madrid, lo cual no ocurrió hasta pasada la medianoche y provocó que llegase a ponerse en duda la incorporación del delantero holandés.

La llegada de De Jong, que firmará por una temporada, supondrá un desembolso simbólico al Barcelona, que se hará cargo, además, de su salario por este curso, convirtiéndose en el único fichaje de última hora del club azulgrana, que comenzó el día negociando una posible incorporación de Edinson Cavani que no fructificó por la negativa del Manchester United y tuvo que rebajar sus expectativas acuciado por su difícil situación financiera.

La opción del futbolista holandés regresó al plano ya durante la reunión que mantuvieron el lunes por la mañana Joan Laporta y Ronald Koeman, acompañados de Ramón Planes y Mateu Alemany, en la que el entrenador puso el nombre sobre la mesa ante la imposibilidad de que el club pudiera hacer frente a un fichaje de primer nivel.