Durante esta pasada medianoche, se consumó la desaparición de uno de los equipos con más historia del fútbol italiano, el Chievo Verona. La escuadra italiana no fue capaz de hacer frente a los problemas financieros que le habían llevado hasta el descenso administrativo a la cuarta división.

La intención de los dirigentes fue la de reconstruir el proyecto desde lo más bajo, buscando la ayuda de algún inversor que les ayudase a sanear sus deudas. Sin embargo, no ha podido reunir las ayudas necesarias antes del tiempo límite, por lo que dejará de existir desde esta misma temporada.

Sin lugar a duda, una noticia que ha entristecido profundamente a gran parte de la afición italiana, y especialmente a uno de los mayores emblemas del equipo, Sergio Pellissier. El legendario capitán que defendió los colores desde 2002 hasta 2019, totalmente conmocionado luego de hacerse oficial la desaparición, hizo todo lo posible por dar con un grupo de inversores que comprase el club y lo ayudase a empezar desde cero, e incluso él mismo trató de llevar a cabo la compra.