Los socios del Club de Golf Vallromanes que ayer acudieron a sus instalaciones se encontraron con la grata sorpresa de coincidir con un partido muy especial, el que enfrentaba a Pep Guardiola, formando pareja con su hijo varón Màrius contra Ronald Koeman y su hijo menor Ronald Jr, de vacaciones todavía en Barcelona, tras participar el miércoles pasado en un evento de Cupra en el Camp Nou, en el que mostró sus habilidades como portero en un equipo holandés de Segunda División. Ronald y Pep mantienen una entrañable amistad desde los tiempos del Dream Team, en los que Koeman adoptó a Guardiola como su alumno aventajado y habituales eran las ocasiones en los que ambos se quedaban después de los entrenamientos a ensayar lanzamientos de falta, de los que Pep aprendía de un maestro consumado. Al mismo tiempo los dos iniciaron su relación con el golf y en la actualidad el entrenador del City es un hándicap 8, mientras que el del Barça se mueve en torno al 11.
El partido de ayer se concertó a raíz del whatsapp que le mando el holandés al catalán para desearle suerte en la final de la Champions que le enfrentaba al Chelsea. Pep estaba tan metido en el partido de Oporto que dejo de un lado todos los mensajes de aliento, pero al llegar esta semana a Catalunya a Guardiola le faltó tiempo para emplazar a su viejo amigo para protagonizar este duelo familiar en el recorrido de 18 hoyos del emblemático club del Vallés Oriental, que Guardiola empezó a frecuentar hace años a través de su amistad con Evarist Murtra, socio desde hace muchos años. A Koeman le quedaba a una media hora escasa del lugar donde ha decidido pasar sus vacaciones veraniegas, alquilando una casa en una urbanización cercana a Llavaneres, que ya había frecuentado en sus épocas de jugador del Dream Team.
A pesar de que sobre los pormenores del partido han trascendido pocos detalles, sí que se sabe que la victoria acabó siendo para los Guardiola, que supieron aprovechar muy bien los puntos que se le concedían a Màrius, que se agarró muy bien al campo, más bien para golfistas técnicos, que no beneficiaba a los cañonazos de Ronald Jr, que sobrevolaban los ‘greens’. Para los Guardiola fue un ensayo perfecto de cara al torneo benéfico que organizan desde hace cuatro veranos, el Legends Trophy, que se jugará la semana próxima en el magnifico campo de Pula en Mallorca. Ronald, que ha participado en ediciones anteriores, ha tenido que declinar su participación, porque las fechas coinciden con la celebración de la boda de su segundo hijo Tim, en el Algarve.
Después de unas semanas de alta tensión por la incertidumbre sobre su continuidad en el banquillo del Barça, Koeman está muy ilusionado por el desenlace final del serial y por la reacción del presidente Laporta, que en un gesto de humildad que le enaltece, supo pedir disculpas públicas por lo mal que se había gestionado el asunto del entrenador. Después de una conversación sincera entre presidente y entrenador, en la que se miraron a los ojos y llegaron al convencimiento de compartir objetivos comunes, que no son otros que lograr el máximo de títulos con el Barça, se alcanzó una tregua, difícil de vaticinar, diez días atrás después de la reunión en las oficinas del club. Ronald es un tipo nada rencoroso y tiene decidido mirar para adelante, dando por olvidado el pasado. El héroe de Wembley esta muy atento a las gestiones que se están haciendo para cerrar los fichajes solicitados de Depay y Wijnaldum, mientras que Laporta se ha comprometido hacer todo los posible para poner a disposición del mister una plantilla altamente competitiva, de la que adoleció esta temporada pasada.
Por otra parte, Koeman está encantado con la incorporación de Jordi Cruyff al área técnica del Barça. Para nada ve en la llegada de Jordi, una amenaza, todo lo contrario. Se conocen desde hace muchos años por la estrecha relación entre ambas familias y por mucho que desde la presidencia se le hayan otorgado al hijo del ‘flaco’ el papel de comodín, es más una cuestión estructural que alguien que aspire a ocupar su cargo, en caso de malos resultados. Para Ronald, Jordi será un “muy buen refuerzo”. Seguro, porque un Cruyff siempre va de cara.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO