Visto desde Barcelona o desde cualquier otra parte del mundo suena increíble, pero la sensación que flota en los medios de comunicación de París es que el PSG aún no lo tiene ni mucho menos hecho ante el Barça pese al 1-4 cosechado en el Camp Nou. France Football, revista que desde 1956 entrega el Balón de Oro al mejor futbolista del año, dedica su portada a una imagen casi beatífica de Marco Verratti con el titular ‘Reza, créelo’. El subtítulo destacó que el campeón de la Ligue 1 “para apuntar alto en la Champions League y en los partidos de vuelta” “necesitará que su centrocampista finalmente se deshaga de sus manías”.
El recuerdo de los frecuentes chascos del PSG en eliminatorias que parecían encarriladas en los partidos de vuelta flota en el entorno del club franco-qatarí. Incluso su nuevo entrenador, Mauricio Pochettino, advirtió de la necesidad de ahuyentar ese sentimiento nocivo en una entrevista para la agencia de prensa más antigua del mundo, Agence France-Presse (AFP). “Estas ideas solo transmiten negatividad. Mantenerse enfocado en el pasado limita tus posibilidades futuras ”, apuntó. En el texto de su entrevista, AFP resaltó que, “en el PSG, el recuerdo de la paliza recibida ante el Barça en 2017 (6-1) sigue tenaz”.
Atentos incluso a la designación arbitral
El 1-4, a dos días del partido de vuelta, parece menos que cuando se cosechó, el 15 de febrero. Indluso Le Parisien celebró este lunes en su edición digital la designación del árbitro inglés Anthony Taylor, a quien definió como un “amuleto de la suerte” para el PSG por el hecho de que el club parisino jamás ha perdido con él al silbato. Y en su argumentación fue más allá: “El PSG siempre está muy atento a la designación del hombre de negro desde el episodio de la remontada el 8 de marzo de 2017, aludiendo al alemán Deniz Aytekin por arbitrar “contra el club de la capital”.
El rosario de marcadores raros en el PSG en la Champions League está ahí, en el imaginario colectivo, algo equiparable al sambenito moral que soporta el Barça por las últimas goleadas sufridas en Europa. Pero en el PSG se tienen muy presentes, aunque sea con la boca pequeña, sus fisacos. La increíble remontada del Barça en los octavos de final de la Champions League de 2017, levantando un 4-0 que se trajo de París con un 6-1 en el Camp Nou, es el ejemplo más llamativo, pero también se recuerda como, en otra noche inaudita, en 2019 fue eliminado en el Parque de Los Príncipes por un Manchester United plagado de bajas pese a haber ganado previamente en Old Trafford por 0-2. Aquel disgusto supuso que en L’Equipe se aludiera al PSG como un “especialista en fallar”.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO