El ‘football’ lleva años a la vanguardia en la lucha contra el racismo. La Premier, por ejemplo, sancionó Cavani por llamar «negrito» a un amigo y a Bernardo Silva por bromear con el parecido de su compañero Mendy con el logo de los ‘Conguitos’. Hay más. Greg Clarke, expresidente de la Federación inglesa (FA), dimitió en noviembre después de usar la expresión «de color» para referirse a jugadores de otras razas.

La Premier (masculina y femenina), la Federación inglesa, las asociaciones de Entrenadores, Jugadores y Árbitros, la EFL (2ª, 3ª y 4ª división) y ‘Kick it out’ (institución para la igualdad) se han marcado un nuevo objetivo: acabar con el abuso en las redes.

Con ese objetivo escribieron una carta pública a a Mark Zuckerberg y Jack Dorsey, directores ejecutivos de ‘Facebook’ y ‘Twitter’.

«Últimamente han crecido los niveles de abuso y ofensas en las redes. Por razones de decencia humana usen el poder de sus sistemas globales para ponerle fin. El lenguaje utilizado es degradante, amenazante e ilegal. Causa angustia a los destinatarios y a la mayoría de personas que aborrecen el racismo, el sexismo y la discriminación de cualquier tipo. Sus plataformas siguen siendo refugios para el abuso. Una minoría ha encontrado espacios protegidos donde decir lo que quieran sin tener en cuenta la ley», señalan en la misiva.

Son muchos los futbolistas que lo han sufrido en las últimas semanas: Martial, Tuanzabe y Rashford (Man. United), Pépé y Nketiah (Arsenal), James (Chelsea), Sawyers (West Bromwich), Jankewitz (Southampton)… La mayoría, con tintes racistas.

El ‘lobby’ liderado por la Premier y la FA ha pedido apoyo al Gobierno en su ‘cruzada’ y reclama medidas concretas: los mensajes deben ser filtrados y bloqueados antes de ser enviados si contienen mensajes discriminatorios, aplicar medidas rápidas para eliminar ese material si llega a circular, mejorar el proceso de verificación y colaborar con las autoridades para identificar a los infractores.

‘Instagram’ ya ha tomado cartas en el asunto: «Anunciamos medidas nuevas como la eliminación de las cuentas de las personas que envían mensajes abusivos». La Premier, por su parte, ha creado una oficina para denunciar ‘abusos on line’ y la Policía ya ha detenido a un responsable por los mensajes discriminatorios contra Sawyers.

Bernd Leno, portero del Arsenal, sufrió el ‘abuso social’ antes de llegar a Inglaterra: «Tuve un partido muy malo y un chico me estribó ‘Haz como Enke’ [se suicidó en 2009]. Ésa es la razón por la que no leo las redes. Hay gente que se esconde detrás de un PC sólo para hacerte sentir mal».

Su entrenador, el español Mikel Arteta, también ha sido víctima de abusos: «Si leyésemos todo lo que se dice de nosotros nos deberíamos quedar en la cama muchos días. Cuando ganas todo es hermoso y eres el mejor entrenador. Cuando pierdes es todo lo contrario. Si me atacan a mí puedo aceptarlo, pero no admito que metan a mi familia».

Mike Dean se llevó la peor parte tras expulsar a Soucek y Bednarek en dos partidos distintos. Recibió amenazas de muerte y pidió no arbitrar la siguiente jornada. «Lees cosas que te cortan la respiración. ¡Hay gente deseando que Dean muera de COVID-19!», dice Steve Bruce. Sabe lo que dice. El técnico del Newcastle también ha sido amenazado de muerte.

La Premier, en conjunto, cierra filas contra el abuso en redes. «Hay que hacer algo, se ha cruzado una línea», dice Mourinho. «¿Cómo la gente puede tener tanto odio'», se pregunta Azpilicueta. «Siempre he admirado que en Inglaterra no hay violencia ni insultos en los estadios. Que algunos estúpidos usen las redes para insultar no es aceptable», apunta Ancelotti.

FUENTE: MARCA.