Los tiempos del fútbol corren a favor del Real Madrid en su deseo de fichar a Haaland. El Borussia sigue intentando persuadir a la estrella noruega para que no deje Dortmund este verano, una paciencia que encaja justo con la hoja de ruta madridista de la que viene informando este periódico: ir a por el gigante nórdico en 2022. «Si Erling nos deja es para irse a un club mayor y muchos aún no están preparados para eso, si optas a irte a un club como el Real Madrid, por ejemplo, tienes que ser un futbolista de clase mundial», aseguró este lunes Hans-Joachim Watzke, el director de operaciones del Borussia, en Kicker.

Unas palabras que benefician la estrategia blanca, que es esperar a 2022 porque desde ese momento entra en vigencia el pacto entre el jugador (en la figura de su agente, Mino Raiola) y el Borussia para salir por un precio acorde al mercado. En otras palabras, para acometer una marcha amistosa a un club top. El propio Watzke lo insinúa. «Erling y su agente saben lo que tenemos. Pero le puedo aconsejar que haga como Lewandowski, irse de aquí ya convertido en una estrella mundial y eso no se puede lograr en un sólo año«.

La transición dulce de Karim a Erling

Una petición de calma a las posibles tentaciones del mercado de verano y más si la economía de los grandes clubes empieza a ofrecer brotes verdes. El Madrid juega con la carta del tiempo, la más valiosa. Hasta 2022 tiene oficialmente renovado a Benzema pero esa unión puede prolongarse año a año y completarse una transición dulce entre el francés, la referencia actual, y Haaland, el para muchos gran delantero de la próxima década. Para entonces, 2022, el nórdico aún tendrá apenas 22 años. También corre a favor la normalización de las relaciones con Mino Raiola a raíz de la operación de cesión con Areola la temporada pasada. El Madrid es el club mejor posicionado para hacerse con Haaland, como informó AS hace mes y medio.

Haaland se ha convertido junto a Mbappé, el objeto de deseo blanco para este 2021, en los dos grandes nombres del proyecto de futuro al que aspira la entidad madridista, junto a la tercera pata de la mesa, el nuevo Bernabéu. El noruego de momento está empezando de momento este nuevo año en búsqueda de su mejor tono. Terminó 2020 renqueante por una rotura de fibras que le tuvo siete partidos fuera y lo pagó en su primer partido del año, el pasado domingo, en un 2-0 al Wolfsburgo en el que no marcó y se le vio aún falto de fuelle. Pero a la espera de que recupere su habitual y febril vena goleadora, el Borussia le pide paciencia en el corto plazo. Justo lo que mejor le viene a los planes del Real Madrid.

TOMADO DE DIARIO AS