Miguel Ángel Ramírez dejó hace pocos días el cargo de director técnico del Independiente del Valle para irse al fútbol de Brasil y encargarse del Inter de Porto Alegre. En una entrevista con el Diario El País de España, el DT dejó algunas frases para destacar: «Por el fútbol he perdido el pelo. Solo quiero disfrutarlo, sufrirlo y sacar aprendizajes».

Recordó el título de la Sudamericana en 2019: «La final de la Copa Sudamericana, contra Colón y 40.000 argentinos gritando fue gasolina en vena».

Acerca de su nuevo desafío en Brasil: «Tienes esas mariposas en el estómago de lo incierto, pero este salto lo veo más como una oportunidad, más que una amenaza, para seguir explorando mis límites. Si el fútbol profesional me dice que no estoy preparado me voy a otra cosa. No tengo miedo al fracaso. Siempre pienso que vengo de una isla demasiado bonita y lo peor que me pueda pasar es volver y vivir en ese paraíso».

Ramírez recordó también la figura de Mauricio Quiñónez, joven del club de Sangolquí que fue asesinado en el 2019: «Mataron de dos disparos a un juvenil con el que tenía muy buena relación. Era un chico que quería sacar a su familia de ese entorno a través del fútbol. Es un duelo muy largo que aún perdura en mí».