Después del impacto que Argentina pegó en la siempre complicada altura de La Paz, a su manera Lionel Messi siguió jugando y disparando buenas sensaciones. Como para que Ronald Koeman se quede definitivamente tranquilo. En unas horas, cuando recupere a su crack, el Barcelona lo encontrará feliz.

Al muy buen partido que redondeó, en especial en el segundo tiempo, le sumó el 10 otras cuestiones. Esta vez no se detuvo ante ninguna cámara de televisión para entregar su mirada. Esta vez les dejó el protagonismo a Lautaro Martínez y a Joaquín Correa, a los dos goleadores.

Messi se fue del estadio Hernando Siles en silencio. Sólo habló a través de un mensaje en su cuenta de Instagram: “Gran triunfo en la altura, donde siempre cuesta más. Aún queda muchísimo. Las Eliminatorias recién arrancan y nos alegra mucho haber conseguido estos dos triunfos. #VamosArgentina”. A esas palabras las acompañó con una foto, trepado a Correa en el festejo del segundo gol.

Atrás habían quedado otras fotos que remarcan la buena onda entre Messi y sus compañeros. Todos lo esperaron en el campo para abrazarlo, igual que Roberto Ayala, uno de los ayudantes de Lionel Scaloni. Se nota que hay piel entre el genio y la nueva generación. De hecho, lo certificó el goleador en La Paz que pudo haber sido su socio en el Barcelona, Lautaro, quien acarició a Leo con su discurso ante las cámaras de TV: “Messi se ha matado; lo veías saltar, correr, presionar”.

La alegría del capitán y de la Selección siguió en el vestuario, con una foto grupal viralizada en redes sociales a través de Alejandro Papu” Gómez, quien escribió: “Siempre juntitos. Este es el camino”. Ahí Leo posó a pura sonrisa. Ya estaba ultra relajado. Ya había quedado atrás la bronca en el final del partido por un cruce con un auxiliar del seleccionado boliviano.

A toda esa claridad que había logrado en especial en el segundo tiempo, Messi la había perdido en el final del partido, con la victoria apenas sellada. ¿Qué ocurrió? De repente, en medio de los saludos clásicos que suelen darse en el cierre de la mayoría de los encuentros, apareció Leo disparando reproches a un colaborador del cuerpo técnico de Bolivia: “¿Qué te pasa, Pelado?” le gritó el capitán, acompañando la pregunta con un insulto. Hubo empujones, algún manotazo al aire.

Después, cuando la situación se calmó, el asistente boliviano se acercó a Messi a pedirle disculpas. Y Leo le devolvió: “Puteaste todo el partido. Vos hiciste el quilombo (lío)”. La situación no pasó a mayores, pero igual el árbitro peruano Diego Mirko Haro decidió amonestar al capitán argentino por ese episodio.

Ese miniconflicto también motivó un comentario divertido de Sergio Agüero. “Pegale un chirlo en la pelada, pa”, posteó Kun en una historia de Instagram con el video del momento caliente.

A lo mejor Messi descubrió la ocurrencia de Agüero en su avión privado, que lo esperaba en el aeropuerto de La Paz para regresar a España junto a otros compañeros. Dentro de un mes, volverá a pensar en celeste y blanco: el 12 de noviembre, contra Paraguay de local; y el 17 frente a Perú en Lima. Ahora es el momento de poner la cabeza otra vez en el Barcelona. Lo hará con una sonrisa.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO