Desde el lunes 10 de agosto, el club blaugrana ha iniciado el cambio del césped del Camp Nou con la intención de acondicionar el terreno de juego en las condiciones más óptimas para la práctica del fútbol pensando ya en la próxima temporada que se iniciará en septiembre. De hecho, esta renovación se aprobó tras los análisis realizados por los expertos en los últimos meses, que aconsejaban la necesidad de una actuación.

El proceso es largo y laborioso ya que se trabaja con máxima meticulosidad a la hora de renovar el césped. Además se trabaja con un material muy sensible como el césped híbrido. Ahora mismo se encuentra el proceso de renovación en la fase más inicial, es decir, la eliminación de la capa vegetal superficial. Posteriormente, habrá que extraer la capa de arraigo y las fibras, separándolas junto a la materia orgánica y la arena. Una vez saneada la base hasta la calefacción se procederá a rellenar el terreno de juego con el nuevo sustrato, formado por arena, que se nivela para colocar las glebas de césped. Finalmente, se hibrida cosiendo con máquinas de última generación para conseguir los mejores resultados en los plazos marcados.

El césped escogido se transporta bajo unos máximos parámetros de seguridad y vigilancia. Viajan en camiones frigoríficos que acceden de madrugada al recinto blaugrana: se considera que la mejor hora para plantar el césped es el anochecer, con el fin de evitar las horas más altas de calor. Este proceso es muy lento y metódico, por lo que ralentiza notablemente todo el trabajo. Se calcula que se implanta unos 2.000 metros cuadrados al día de césped.

En todo caso, y si no hay contratiempos, se espera que el Camp Nou presente un estado inmejorable a finales de septiembre cuando está previsto que se inicie la competición liguera.

TOMADO DE DIARIO AS