Eduardo Granizo, ex-presidente de Olmedo de Riobamba, fue un crítico permanente en la administración de Luis Chiriboga cuando mandaba en la Federación Ecuatoriana de Fútbol. Hoy recordó todos esos problemas en diálogo con los colegas de LAS VOCES DEL FÚTBOL de ÁREA DEPORTIVA FM.

Respecto a sus constantes peleas con el sentenciado por corrupción, manifestó: «Afectó mi estabilidad emocional y económica, fueron 6 años de persecución. Ese señor puso varias demandas, no quería que opine más del fútbol, quería que desaparezca».

«Se tomaron de asalto el complejo de Olmedo, algunos de ellos cumplieron sentencia en centros de reclusión por eso. Me sentí mal en todo ese tiempo, más pudo esa persecución que lo que debía haber sido el fin de mi carrera dirigencial, una pena», sentenció Granizo.

Nota de: Víctor Loor Bonilla