En Turín tienen buen gusto por el fútbol. La Juventus viene a por ArthurMaurizio Sarri se ha enamorado del control del juego del excelso centrocampista del Barça. De ahí parece arrancar la posibilidad de intercambiar al brasileño por algún jugador juventino. Así, de nuevo, aparece el nombre del bravo centrocampista bosnio Miralem Pjanic . Es la cuarta vez que suena para el Barça y, aunque a la tercera no fue la vencida, a la cuarta sí puede ser su gran ocasión. Con 30 años recién cumplidos, es su última oportunidad. Para él y también para el Barça.

El primero en fijarse en Miralem Pjanic fue Luis Enrique . Valoró incorporarlo tras su segunda liga. Conocía bien al jugador bosnio. Él lo había fichado para la Roma y lo podía llevar también al Camp Nou. Pero la Juventus, pagando 38 millones, se adelantó al PSG, al Chelsea y al Barça. En cuatro temporadas en Turín, lo ha amortizado. Lo ha jugado todo y ha ganado las tres ligas (y, la actual, cuatro). Ese verano fichamos a André Gomes .

La segunda vez que sonó el multifacético Pjanic fue en 2017. Ese mes de junio coincidió, casualmente, con el vicepresidente deportivo Jordi Mestre en un hotel de Cerdeña. Tras un primer encuentro en la piscina, siguieron hablando. Mestre le sondeó sobre si le gustaría jugar en el Barça y la respuesta en inglés fue clara y rotunda: ese “It’s my dream” dejaba a las claras cual era su sueño. La secretaría técnica, con Robert a la cabeza, consideró que no tenía perfil Barça. Llegó Paulinho.

La tercera vez que alguien se acordó de Pjanic fue justo un año después, en el verano de 2018. Ya se había fichado a Arthur y, con el inesperado no de Griezmann había dinero en la caja. Entonces, ya con Pep Segura como máximo responsable, sí se consideró el fichaje de Pjanic, pero surgía un problema y un riesgo: el problema insalvable era que la Juventus no quería vender y, para llegar a negociar, hubiera puesto un precio prohibitivo. El riesgo era que la llegada de Pjanic cerrase la puerta a Frenkie De Jong , el crack a quien ya se estaba seduciendo para el verano siguiente. Además, se consideró que Pjanic podía cerrar el paso a jóvenes como el ya fichado Arthur o el propio Aleñá . Se desestimó la posibilidad de Pjanic pero la oportunidad de mercado puso a Arturo Vidal en el Barça en la última curva del mercado. Aunque ese verano Pjanic llegó a visitar Barcelona con la familia, vio cómo por tercera vez seguía sin ser la primera opción para los responsables culés.

Ahora, con los 30 cumplidos este mes de abril, el tren puede pasarle a Pjanic por última vez. Si hay algún tipo de intercambio entre Barça y Juve será, sin duda, una operación muy compleja. Deportivamente, los italianos ganarían juventud y el jugador deseado para abastecer de pases de calidad a Cristiano Ronaldo . El Barça ganaría experiencia y suponemos que dinero. De consumarse sería, además, una operación complicada de explicar en términos futbolísticos… quizá hasta que veamos el rendimiento constante de Pjanic y la fiabilidad que da siempre a su equipo. Uno gusta más al público, otro a los entrenadores.