Ni el privilegio de tener hogares con espacio evita que algunos jugadores de la Premier se salten el confinamiento. Los últimos, cuatro integrantes del vestuario del Arsenal: a Pépé le descubrieron jugando a fútbol con unos amigos en el norte de Londres. A Xhaka, reunido con David Luiz en un parque de la capital británica y Lacazette fue fotografiado hablando de forma distendida con un aparcacoches y sin respetar las distancias de seguridad estipuladas por el Gobierno.

No dan ejemplo quienes están obligados a ello. Según cuenta Sky Sports, el Arsenal se ha puesto en contacto con estos futbolistas para tratar de forma interna estos incidentes. Y es que, a pesar de que las restricciones son mucho más laxas en Inglaterra, son varios los casos más allá de este episodio. Mourinho, al que se le vio entrenando en una zona pública con tres protagonistas del Tottenham, tuvo que salir a pedir disculpas por haberse saltado la normativa.

No fue el único. Grealish, propiedad del Aston Villa y pretendido por grandes clubes de la Premier, sufrió un accidente con su coche al regresar de madrugada de una fiesta, una vez ya decretado el estado de alarma. Tanto Aurier como Sissoko, jugadores del Tottenham, también entonaron el mea culpa después de publicar un vídeo a través de sus redes sociales en el que se les vio entrenando juntos. Al Arsenal le toca lidiar ahora con el asunto y decidir si sanciona o no a sus jugadores.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO