Los jugadores de la Premier League inglesa no lograron llegar a un acuerdo con los clubs ayer sábado para asumir recortes salariales del 30% durante la pandemia de coronavirus, después de que los clubs y el Gobierno británico les pidieran un gesto.

Esto intensifica una amarga disputa pública, ya que la Asociación de Futbolistas Profesionales afirma, en un comunicado, que el Gobierno perdería más de 200 millones de libras (227 millones de euros) y “esto sería perjudicial para nuestro NHS (Servicio Nacional de Salud) y otros servicios financiados por el Gobierno”.

“¿Qué efecto tiene esta pérdida de ingresos para el gobierno para el NHS? ¿Se consideró esto en la propuesta de la Premier League y el Secretario de Salud, Matt Hancock, tuvo esto en cuenta cuando pidió a los jugadores que redujeran su salario?”, se pregunta el PFA.

La intención de la Premier era que la rebaja beneficiara a la conservación de empleos pero el sindicato dice que eso corresponde a 568.000 euros en reducciones salariales y una pérdida en las contribuciones fiscales de 227 millones para el Gobierno británico. Hay que recordar que la competición no tiene fecha de regreso.

Oliver Dowden, Secretario de Estado para el Deporte tuiteó: “Preocupados por el giro que han tomado las conversaciones de fútbol… La gente no quiere ver luchas internas en nuestro deporte nacional en un momento de crisis. El fútbol debe desempeñar su papel para demostrar que el deporte comprende las presiones a las que se enfrentan sus empleados, comunidades y aficionados con salarios más bajos”.

La PFA afirmó que todos los jugadores de la Premier League “jugarán su parte en hacer contribuciones financieras significativas en estos tiempos sin precedentes”. Según una información, el seleccionador de Inglaterra, Gareth Southgate, hizo el gesto al aceptar un recorte salarial del 30%, aunque la Asociación de Fútbol se negó a confirmarlo preguntado al respecto por la BBC.