En los últimos días se dio a conocer por parte del presidente Lenín Moreno, la propuesta a nombre del Ecuador para organizar el Mundial 2030 de manera conjunta con Colombia y Perú. Desde el momento de este anuncio, la reacción ha sido de escepticismo y hasta rechazo por parte de la afición, en contraste con las autoridades que impulsan esto como parte de un macro proyecto que señalan tiene el poder de cambiar no solo el fútbol ecuatoriano si no la sociedad en general.
Aparte de posturas, vamos a los hechos. Los Mundiales de Fútbol en los últimos tiempos se han convertido en eventos que pocos países -y no sin debate interno- pueden afrontar. La FIFA es conocida por sus exigencias que según ellos estos torneos ameritan.
El año pasado, adjudicaron la sede para el Mundial 2026 a una candidatura conjunta entre Estados Unidos, México y Canadá en un torneo que hará historia ya que será la primera vez que tres países asumen juntos este torneo inédito que se jugará con 48 equipos, lo que implica un esfuerzo mucho mayor en temas logísticos como ejemplo.
Para el proceso de la elección de este torneo, la FIFA dio a conocer una “Guía de la selección del organizador de la Copa Mundial 2026” en donde detallaban ciertos requisitos de diversos tópicos como infraestructura, economía, seguridad, reformas legales, entre otros que seguramente regirá para los que busquen la organización del torneo del 2030.
En el proceso de evaluación de candidatura, existen los criterios de infraestructura y económicos donde la calificación se basa en un 70% en el primero y 30% en el otro y se clasifican de la siguiente manera:
Criterios de Infraestructura:
- 35% Estadios.
- 6% Instalaciones para selecciones y árbitros.
- 6% Alojamiento.
- 13% Transportes y desplazamientos terrestres o áereos.
- 7% Informática, telecomunicaciones y TV.
- 3% Fan Fest de la FIFA y promoción del evento.
En los criterios económicos tenemos:
- 10% Ingresos de medios por comunicación y marketing.
- 10% Ingresos por venta de entradas y servicios preferentes.
- 10% Gastos de organización.
Además, existen varios puntos importantes que exige FIFA para tener muy en cuenta:
Como mínimo, FIFA pide estadios de 40.000 personas hasta cuartos de final, 60.000 para semifinales y 80.000 para el duelo inaugural y la final. En el país solo 3 escenarios pasan el corte: Monumental (57.267), Rodrigo Paz (41.575) y Capwell (40.000), pero estos deberán prácticamente ser remodelados con muchas mejoras acordes a los máximos estándares de FIFA.
Entre los tres países (Ecuador, Colombia y Perú) deben tener 72 propuestas para instalaciones de entrenamiento y hoteles de concentración de primer nivel (4 en cada sede). Además de dos de estas deben estar destinadas para los árbitros.
Se pide que los gobiernos hagan cambios a la legislación laboral a favor de las empresas y el personal vinculado con el Mundial. Además de una gran flexibilidad en materia migratoria para facilitar accesos de todos los que hacen parte del torneo y principalmente de los hinchas.
FIFA exige que el gobierno otorgue una exención tributaria ‘limitada’ a ellos y a terceros relacionados con la organización y disputa del torneo. Además se espera una libertad de aceptación de divisas.
El gobierno es el único responsable de la seguridad del torneo, por consiguiente debe asumir todos los gastos en este apartado (suele ser uno de los más costosos), además de detalles como obra pública desde el punto de vista vial, flujo del transporte terrestre, aéreo y más.
La FIFA pide que se reconozca que solo ellos pueden explotar de manera ilimitada e inclusiva todos los derechos comerciales del torneo como por ejemplo de la venta de entradas, entre otros.
Estos fueron los costos de organización de los últimos mundiales y también un estimado de los que vienen (en dólares):
- Brasil 2014, 11.600 millones.
- Rusia 2018, 14.000 millones (presupuesto ajustado en más de 30 veces).
- Reportes estiman que Qatar 2022 gastará 200.000 millones.
- Mundial 2026 en Estados Unidos, Canadá y México: 20.000 millones (de esos, 6.600 invertirá el país azteca por 10 encuentros).
Actualmente, como dato no menor sobre nuestra situación económica, el déficit global del Ecuador según la proforma presupuestaria del 2019 es de 3.655 millones aproximadamente.
Con todos estos datos e indicadores, de aquí a diez años es muy difícil que naciones que no son consideradas ‘poderosas’ a escala global tomen esta responsabilidad ya que deben hacer muchos esfuerzos en materia de gastos en infraestructura y seguridad para satisfacer las necesidades globales por solo un mes.
Para finalizar, podemos mencionar un ejemplo contundente. Desde 1986, el Mundial ha sido organizado únicamente por países que actualmente son parte del G20 (los países más industrializados y en desarrollo del mundo) como México, Italia, Estados Unidos, Francia, Corea del Sur, Japón, Alemania, Sudáfrica, Brasil y Rusia.