El Real Madrid tiene una semana de paréntesis para que las aguas vuelvan a su cauce antes de afrontar el próximo partido de pretemporada ante el Red Bull Salzsburg en Austria. El equipo de Zinedine Zidane ha evidenciado numerosos problemas y carencias durante los cinco amistosos de pretemporada, ya sea contra rivales de un nivel parecido (AtléticoTottenhamArsenal Bayern) como ante el flojo Fenerbahce.

Ante el conjunto turco el Madrid sumó su primer triunfo pero no despejó las dudas que le rodean, especialmente en el apartado defensivo, donde volvió a conceder numerosas ocasiones de gol por su pésima organización.

Con el madridismo de uñas porque ve que su equipo no mejora sino que empeora a marchas forzadas, sea con el once que sea, la plantilla tiene una semana para preparar a conciencia y con tranquilidad el siguiente compromiso.

Para ello, Zidane quiere que los suyos se pongan las pilas desde hoy mismo y ha programado una sesión de entrenamiento para las 11.00. Al trabajo se incorporarán Casemiro Militao y también Bale y James, salvo que algún cambio de última hora trastoque los planes del club. La mala noticia para Zidane sigue estando en la enfermería y no podrá contar con Asensio (baja de larga duración), BrahimMendy Jovic.

Sin viajes, ni giras, ni actos promocionales ni entrenamientos abiertos al público, el entrenador del Madrid podrá hacer hincapié en todos aquellos aspectos del juego que el equipo necesita mejorar con urgencia si quiere llegar preparado (o al menos con confianza) al inicio de LaLiga.

La mejoría, si llega, se podrá constatar el próximo miércoles 7 de agosto ante el Red Bull Salzsburg. Muchas miradas estarán puestas en algo más que un partido amistoso para Zidane y los suyos.