El sevillismo y el fútbol en general despidió a José Antonio Reyes en el Ramón Sánchez-Pizjuán, el estadio que fue su casa y que se convirtió en un santuario por el que desfilaron, aparte de miles de aficionados, las principales personalidades del fútbol español. El coliseo nervionense adquirió una apariencia que recordó la de aquella triste noche de agosto, hace once años, cuando el club y toda Sevilla lloró a Antonio Puerta. Flores, velas, fotografías del ídolo, lágrimas y las emociones a flor de piel por el fatal desenlace del que fue ídolo del sevillismo.

Reyes falleció trágicamente el sábado en un accidente de tráfico cuando volvía a su casa tras entrenar con el Extremadura y acompañado de dos primos, uno de los cuales murió en el acto y el otro permanece grave en el hospital Virgen del Rocío de Sevilla.

La capilla ardiente del genial extremo zurdo fue un hervidero de personalidades desde las cinco y media de la tarde (se retrasó más de una hora por trámites judiciales) hasta pasadas las nueve de la noche, cuando los restos mortales de Reyes fueron trasladados a Utrera, donde hoy se celebrará el funeral tras ser velado en el salón de plenos del Ayuntamiento.

Dirigentes, entrenadores y futbolistas quisieron estar junto a los familiares y acompañando a los dirigentes del Sevilla, el presidente José Castro y el director deportivo Monchi, a los que después se unieron Joaquín Caparrós y el capitán Jesús Navas. Fue el caso del presidente del Real Madrid Florentino Pérez, del director de relaciones institucionales Emilio Butragueño y de Sergio Ramos, amigo personal, además de otra leyenda como Raúl. Otro ex compañero, Ivan Rakitic, muy emocionado, no faltó, mientras el Barça estuvo representado por Guillermo Amor.

El presidente de la Federación Española Luis Rubiales también se personó y comunicó la decisión de conceder al futbolista la máxima distinción federativa, la Medalla de Oro y Brillantes, que se le impondrá a título póstumo en la Asamblea General del próximo 10 de junio. También hubo una amplia representación del Real Betis, que fue recibida con aplausos, con su presidente Ángel Haro y el vicepresidente deportivo Lorenzo Serra, además de Rafa Gordillo, Juanito y Joaquín.

La plantilla entera del Extremadura, en la que militaba Reyes, no podía faltar, igual que una representación del Benfica, otro de sus clubs. También estuvo el ex entrenador nervionense Unai Emery. Manolo Jiménez, el técnico que lo hizo debutar en el filial con 15 años, fue otro de los que fue al estadio, además de antiguos compañeros como Luisao, Luis Alberto, Dani Ceballos, Vitolo, Iborra, Juan Cala, David Castedo, Gallardo, Diego Capel, Rusecu, Antoñito, Fernando Navarro…

La Junta de Andalucía estuvo representada por el consejero de Educación y Deporte Javier Imbroda, mientras el alcalde de Sevilla Juan Espadas también se pasó por la capilla ardiente.