El sonrojante 4-0 recibido en Liverpool por el FC Barcelona se suma a una acumulación de batacazos europeos en las últimas temporadas fuera de casa, que contrastan con la solvencia azulgrana en el Camp Nou, donde suman 32 partidos de Champions League sin perder. La paliza encajada en Anfield no es un accidente sino una tendencia alarmante. El problema viene de lejos con un equipo que arrastra problemas transversales, ya desde la atapa final de Luis Enrique como entrenador y que se mantienen con Ernesto Valverde al no poder reaccionar cuando viaja por Europa en encuentros decisivos con un balance inapelable de 14-0 ante Paris Saint- Germain, Juventus, Roma y Liverpool.
La primera noche negra sin capacidad de reacción llegó con el 4-0 ante el PSG en la ida de octavos de final de la Champions 2016-17. El Barçaremontó con un 6-1 agónico en el Camp Nou pero demostró no haber aprendido en la ida de cuartos y perdió por 3-0 ante la Juventus con un inicio de partido imperdonable y una pasividad en defensa que permitió a los italianos situarse con dos goles de ventaja en los primeros 22 minutos, obra de Paulo Dybala. Chiellini metió el tercero en el 55’ ante la nula oposición de Mascherano en un córner. El 0-0 de la vuelta, cuando Luis Enrique ya había anunciado que no seguiría la semana antes del 6-1 al PSG, fue su despedida continental.