El Milan mantiene este pequeño bache que le puede traer problemas de cara a ser equipo de Champions la próxima temporada. El cuadro de Gattuso se puso por delante en el marcador pero el Udinese, que cuajó un gran partido liderado por De Paul, logró igualar e incluso pudo ganar pero no estuvo acertado en todas las ocasiones que tuvo. 

Bastante premio sacó el Milan de una primera mitad tan igualada. Udinese y Milan brindaron unos primeros 45 minutos realmente aburridos en los que prácticamente no pasó nada. Tan solo la brillantez de Paquetá y la pegada de Piatek hicieron los honores ante un Udinese que le discutió la posesión al cuadro miloanista y que pudo irse al descanso tranquilamente con un empate. En una primera parte sin ocasiones, Gattuso se aferró a la magia de los de arriba para que encarrilaran el encuentro. Y ellos, fieles a su técnico, así lo hicieron. Paquetá y Cutrone, con dos ocasiones claras, avisaron a Musso hasta que Piatek inauguró el marcador justo antes del descanso. Centro con música de Cutrone para que el polaco, al segundo remate, batiera al meta de Udinese.

En la reanudación, el partido tiró el guión por los aires y dejó que los dos conjuntos se golpearan. Si el Milan había sido certero en la primera mitad, también lo fue el Udinese en la segunda, lo que le permitió poder empatar el partido. Lasagna aprovechó una contra de manual para poner las tablas en el marcador. Con el tanto, el Udinese, lejos de echarse atrás, se hizo dueño y señor del partido y a punto estuvo de hacer estallar San Siro por los aires. De Maio, de cabeza, y nuevamente Lasagna, con un uno contra uno con Reina, tuvieron el segundo en sus botas pero no estuvieron finos de cara a puerta. El Milan necesitaba espabilar y apretó en los últimos minutos de partido pero fue De Paul el que pudo llevarse el partido en una contra. Empate justo en San Siro.