Las dudas sobre quién estaba controlando la avioneta que llevaba a Emiliano Sala a Cardiff estuvieron desde el inicio. En un principio se creía que era David Henderson, el piloto de confianza de Willie McKay, el intermediario que se hizo cargo de la transferencia del santafesino y de contratar el vuelo privado. Pero luego se supo que el piloto de turno era David Ibbotson, de muchas menos experiencia que su colega.

Según le dijo McKay al diario L’Equipe, Henderson le preguntó por alguna razón desconocida a Ibbotson «si quería fin de semana en Nantes». El empresario escocés, además, aseguró que parte de la confusión nació porque el piloto que subió al Piper Malibu habría perdido su tarjeta de crédito antes de partir.

Para entender la llamativa explicación de intermediario, hay que señalar que en un principio se creía que la habitación de hotel de Champs d’Avaux en donde se alojaba Ibbotson estaba siendo pagada por Sala. Pero después se confirmó que Henderson, desde Inglaterra, fue el que terminó abonando el mencionado hospedaje.

De hecho, este último fue el mismo que se hizo cargo de los impuestos del aeropuerto de Nantes de donde salieron con destino a Cardiff. «Como era la tarjeta bancaria de Henderson, todos pensaron que era él quien estaba en el avión», señaló McKay.