Este martes en horas de la tarde gracias a radio La Red de Quito una escalofriante noticia se pudo conocer. Uno de nuestros jugadores mundialistas, e históricos, logró salvar su vida luego superar una dura enfermedad.
Cristian “El Conde” Mora, quien fue el arquero titular en el Mundial de Alemania 2006, clasificándose con Ecuador a octavos de final, fue operado con éxito de un tumor cerebral del que tenía un 2% de probabilidades de vivir.
Todo salió bien. “Tranquilo después de la operación, estoy en recuperación, tratando de mejorar día a día. Hemos estado en manos de un buen doctor, que nos ha atendido muy bien”.
Explicó la operación a la que fue sometido. “Tuve un tumor cerebral que nos complicó. No tengo ningún tipo de secuelas, estoy agradecido porque mis probabilidades de vida eran mínimas. Todo ha salido muy bien y puedo hacer todos los movimientos con normalidad”.
Cuelga los botines definitivamente. “Yo quiero estar bien con mi familia, la carrera llegó hasta aquí por situaciones personales. Doy un paso al costado y veremos otra cosa para hacer. Pasa por el tema médico, por cualquier cosa que vuelva a pasar, por mi esposa y mis hijas”.
La situación vivida fue dramática. “Me daban un dos por ciento de vida, y gracias a Dios hemos podido salir bien. Ahora tomo una decisión centrada y viendo lo mejor para uno”.
Ahora arroparse en su familia. “Tiene que cambiar todo, tengo que estar más unido a mi familia. Estoy agradecido con el doctor, en realidad fue muy claro conmigo desde el principio. Muchas personas me recomendaron a él y por él estamos conversando hoy en día”.
Nostalgia por dejar el fútbol. “Ya saber que no voy a poder caer en una pelota o volar a un balón, estar con los amigos lo que se vive en el fútbol, a uno le rompe el corazón, pero primero está la vida de uno”.
Finalmente, la forma de ver su futuro. “No sé aún, lo primero es recuperarse y después será lo que Dios disponga. Hay que preocuparse más de los hijos, la familia, mis padres y quienes siempre me han apoyado. Esto no lo esperaba, pero el de arriba me dio una mano y he podido salvar mi vida”.