La afición del Madrid mantiene intacto el hambre de títulos. Si antes de la final fue Zidane quien aseguró que “nadie puede decir que tenemos menos hambre del Liverpool”, ayer en Cibeles fueron los seguidores quienes demostraron que están en la misma línea del equipo: miles de fieles abarrotaron la Cibeles por tercer año consecutivo. Los madridistas siempre acuden a su cita con la Orejona.
“Esto da para escribir un cuento, si lo pienso me pongo a llorar”, aseguraba un emocionado Kiko Casilla al ver el espectacular recibimiento que les tenía preparado la afición en Cibeles.
Sergio Ramos y Cristiano fueron los primeros en subir los 13 escalones que conducían hasta la plataforma. “Lo que le voy a decir es secreto entre la Diosa y yo...”, aseguraba el capitán madridista antes de subir a ofrecer la Champions.
Ramos también fue el primero en dirigirse a los madridistas: “¡Cómo no te voy a querer si fuiste campeón de Europa una y otra vez!”. El siguiente en coger el micrófono, Cristiano: “¡Hala Madrid y nada más!”. El portugués, además, fue el último en hablar y aprovechó para lanzar un guiño: “Gracias chicos, hasta el próximo año...”. Un mensaje de optimismo después de haber escuchado durante toda la celebración los cánticos de “¡Cristiano quédate!.
Rivalidad
Como es habitual, hubo tiempo de acordarse de los rivales. Fue Sergio Ramos el primero que comenzó a caldear el ambiente de cara a la Supercopa de Europa del próximo 15 de agosto en Tallin. “Vamos a cantar una canción que a la gente a veces se le olvida”, afirmó antes de entonar la canción: “(...)¡Qué se enteren todos los indios quién manda en la capital!”. Theo aprovechó su intervención para mandar también un recado a su exquipo: “He pasado por Neptuno y no había mucha gente...”.