Paulinho Bezerra tardará en olvidar el año que está a punto de concluir. A sus 29 años, tras casi diez como profesional y pese a haber vivido grandes momentos en su carrera, el 2017 permanecerá en su memoria de por vida. “Está siendo un año maravilloso en mi vida, tanto personal como profesionalmente. Solo tengo que agradecer”, admite a MD el centrocampista brasileño, que el pasado sábado volvió a ser importante para el equipo en la goleada del Barça en el Santiago Bernabéu, primero poniendo en apuros a Keylor Navas durante la primera mitad con dos remates muy peligrosos y luego provocando el penalti que transformó Messi y que supuso el 0-2, además de la expulsión de Carvajal, con casi media hora todavía en juego.
En julio, mientras en Barcelona se cuestionaba su fichaje, a Paulinho le llegaba la oportunidad de su vida y no estaba dispuesto a renunciar a ella ni a dejarla escapar. Al contario. Él apretó al máximo a los dirigentes del Guangzhou Evergrande chino para que le dejaran salir y, en vistas de que no estaban dispuestos a rebajar ni un solo euro de los 40 millones de su cláusula de rescisión, renunció a buena parte de su ficha para poder cumplir su sueño de vestir de azulgrana. Cuatro meses después, Paulinhono solo se ha convertido en un jugador importante en el esquema de Ernesto Valverde, siendo incluso su tercer máximo anotador con seis tantos, sino que ya es reconocido tanto por la afición azulgrana como por la crítica. “El año está próximo a cerrarse y solo pueda dar las gracias por lo que me aconteció: mi fichaje por el Barça, el nacimiento de mis hijos –José Pedro y Sofía, que nacieron el pasado 30 de octubre de forma prematura- y no tuve lesiones pese a que llevo ya un año y medio sin parar”, argumentó Paulinho, recordando que la Liga en China se inicia en marzo y no para hasta noviembre.